El apunte

El Carnaval salva al Carnaval

El Ayuntamiento de Cádiz ni propone ni dispone. Simplemente impone. Y el Carnaval, la tradición, no se puede imponer

Las chirigotas, en el Puente Canal. E. Porquicho

El Ayuntamiento de Cádiz ni propone ni dispone. Simplemente impone. Desde cuestiones ideológicas que retuercen y revuelven el callejero de la ciudad hasta planes de movilidad para adecuarla a su filosofía vital. Ahora le ha tocado al Carnaval, a la fiesta popular, y el resultado ... es más que evidente: la tradición no se aplica de manera vertical y jerárquica como acostumbran ; emana del pueblo y es éste quien la cultiva, la mima, la defiende o la derrota.

Por ello los gaditanos, incluso los buenos aficionados foráneos que enarbolan el Carnaval como parte de su identidad, lo celebraron en febrero. En su fecha. El Concurso, bien ubicado en mayo, arrasó y arrastró con esta festividad casi cinco meses antes de su desarrollo. Y un certamen de coplas, por muy importante que sea, no puede prevalecer por encima mismo de la esencia.

No es un capricho que sea en esa época, en la antesala de la cuaresma , con la climatología propicia para el disfrute callejero durante la tarde, sin exámenes ni fin de curso ni pruebas de selectividad. Y no a un mes de la temporada estival y las vacaciones, con el sol apretando fuerte y desplazando a los carruseles a la nocturnidad.

El despropósito de ver las calles vacías mientras suenan los coros en sus bateas, los hosteleros de brazos cruzados y los hoteles a medio gas, no es gratuito : más de medio millón de euros (unos 600.000) se han invertido en este Carnaval oficial. Qué provecho le sacaría la retórica populista a este (mal)gasto de dinero público, a este dilapidar y saquear las arcas en una localidad tan deprimida como la gaditana.

Pero el pueblo, el carnavalero, ha reaccionado una vez más, mostrando que la tradición, el sentir, no se imponen. Y menos el Carnaval. Las agrupaciones que han participado en el COAC han elevado aún más el nivel de calidad y compromiso, tanto en el Falla como en la calle. Han estado donde querían estar, no donde debían estar. Fuera del programa oficial, han rescatado esa identidad subversiva y por momentos han propiciado que estas Fiestas Atípicas Gaditanas tengan al menos una ligera pizca de sabor a Carnaval.

Ni Tanxugueiras, ni Rayden, ni la calbagalta del humor, ni Coque Malla ni India Martínez, ni tomatadas, panizadas, fritadas ni pamplinadas. El Carnaval es el que ha salvado al Carnaval.

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