OPINIÓN
A lo suyo
Aquí están pasando cosas importantes y, entre ellas, una amnistía que divide España y que se quiere implantar con urgencia
Lo más antepenúltimo, porque el final está todavía por llegar, ha sido el lío ése de los socialistas del Congreso incluyendo en la lista de los llamados a declarar por la Comisión de las mascarillas a tres fiscales, y lo de los socialistas del gobierno y sus aledaños queriendo desmontar ahora esa cita y dejar fuera a los fiscales; todo porque no les ha gustado tamaña impertinencia y porque a los chicos de Pachi López no les ha dado más allá de la vist lo que le hayan impuesto sus asociados de Sumar, Podemos, independentistas vascos de izquierda o de derecha, independentistas catalanes de derecha o de izquierda y hasta el gallego quizás.
Habría que ver la cara que se le pondría al ex lehendakari López cuando le llegó el mensaje de los que mandan. ¿Pero, que habéis hecho, Pachi, a quién se le ocurre llamar a declarar en la Comisión a los fiscales, hombre? Y veremos a ver qué pasa ahora porque aquí, como decían nuestros antiguos, «Santa Rita, Santa Rita, lo que se da no se quita», aunque ya se sepa cómo puedan llegar a manejar los reglamentos la presidencia y sus asesores.
No sé cómo van a desarrollarse esas comisiones en Las Cortes porque la solución la tienen seguramente ya determinada. En una Cámara tendrán una y en la otra, pues, eso, otra. Y, mientras, carne para las tertulias televisivas o radiofónicas y vengan memes en las redes sociales, como si aquí no hubiera nada mejor que hacer.
Desde luego que tienen ganas de comisiones y de que se hable de ellas para que no se hable de ellos ni de sus cosas, porque mientras sus señorías anden entretenidos a jugar a lo inquisitivo, aquí no se mueve ni un ápice. Qué digo yo de un ápice, ni una brizna. Nada, pero nada de nada. Ni una pizca, ni una migaja. Nada y nonada.
Ahora tenemos al presidente entreteniéndonos, como si fuera en búsqueda del arca perdida de aeropuerto en aeropuerto para decirles a sus colegas que él está por Palestina, que para que se acaben los problemas en el Medio Oriente hay que reconocerla ya como Estado, que eso es lo que va a hacer él, que es España.
Y en eso estamos muchos, seguro. Y hasta probablemente los propios israelitas, pero es que ahora la zona está envuelta en una tremenda contienda entre dos pueblos muy difícil de parar desde aquella resolución de 1947 de la Asamblea de las Naciones Unidas, la 181, a la que le ha seguido una considerable ristra de más resoluciones en tal albur. No es cosa fácil y menos ahora, que todos esos territorios están más que atormentados por esa guerra de resentimientos, credos, odios, violencias y deseos de venganza.
Pero él, erre que erre, y aunque los demás colegas que ha visitado le digan que sí, que bueno, también le dicen que no es el mejor momento ahora con los iraníes lanzando drones y misiles a los hebreos, éstos peleando con Hamás o Hezbolá o los hutíes pirateándose el Mar Rojo, pero él a lo suyo. Y nuestros aliados naturales y principales, como desdeñándonos en ese afán. Miren lo de EEUU ayer en la ONU.
Aquí están pasando cosas importantes y, entre ellas, una amnistía que divide España y que se quiere implantar con urgencia porque la exigen siete votos, pero que ya ni apoyo encuentra en la Comisión de Venecia, sino lo contrario.
Aquí se están dilucidando elecciones en dos regiones muy sensibilizadas con sus particularidades y menos con la solidaridad nacional, pero mejor echar cisco a la candela y hacer humo para que no se hable de lo que hay que hablar. Él a lo suyo. Y los suyos, a lo que les va, comisiones, declaraciones y postureo. Y las tareas legislativas o de gobierno, en ralentí.
En medio año cinco elecciones, un récord. Municipales, gallegas, vascas, catalanas y hasta europeas. Demasiado chauchau. La casa sin barrer y el Falcon por esos cielos. Es que va a lo suyo.
