Apunte
Que no se politice la gran oportunidad
Que Cádiz acoja el IX Congreso de la Lengua debe ser una ocasión de demostrar una unidad política e institucional por encima de autobombos interesados
La noticia es muy buena pero la fecha, un peligro. Cádiz recibió ayer con alegría la noticia de que acogerá la celebración del IX Congreso Internacional de la Lengua, que debía celebrarse en Arequipa. La inestabilidad política y social en Perú hace imposible garantizar la seguridad de los asistentes, por lo que se ha procedido a cambiar la sede a la capital gaditana con el respaldo de todas las administraciones culturales locales, provinciales, regionales y estatales. Pero finalmente, por estas circunstancias casuales, la cita se celebrará a poco más de un mes de las elecciones municipales. La tentación de politizar la convocatoria es, por tanto, notable.
Este jueves de Lotería de Navidad, el día en el que se conoció el cambio de sede favorable a Cádiz, llegó el momento de las felicitaciones. Todas las instituciones, sus primeros representantes, celebraron la decisión y destacaron lo que tiene de histórico para la ciudad. Es una convocatoria cultural de primer orden que supone una promoción sobresaliente, con un impacto relevante y constante durante varias jornadas en medios de comunicación de muchos países.
Precisamente esa felicitación común, ese compromiso con una organización ejemplar, debe ser el vínculo común entre todos los dirigentes públicos sin ceder a la tentación de arrogarse méritos y medallas o lanzar algún tipo de crítica como arma arrojadiza contra un oponente de otra formación política. El Congreso Internacional de la Lengua es, desde este jueves 22 de diciembre, el de todos los gaditanos, el de todos los andaluces, si apuran el argumento. Ningún interés particular debe quedar por encima del colectivo, del general, del cultural y ciudadanos. Solo es uno: que la cita tenga el mayor brillo posible, que sea recordada como la prueba de que la ciudad de Cádiz está capacitada para tamaños retos. Ya lo pudo confirmar en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado de 2012 y desde entonces no ha tenido un empeño de tanto prestigio. No hay mayor muestra de cariño hacia la ciudad que hacer causa común sin mezquindades.
