apunte

Sin excusas para la barbarie de la agresión

Un nuevo caso de violencia contra un profesional sanitario nos recuerda que aún queda mucho por hacer en materia de concienciación

El apunte

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Es triste comprobar, dos años y medio después de que el mundo se precipitara sobre todos nosotros, que no hemos salido mejor de la crisis del coronavirus. Que todos esos deseos de perfección social, todo ese anhelo de solidaridad como comunidad, se han desvanecido como el azúcar en el café. Seguimos cometiendo los mismos errores, seguimos enquistados en las mismas prácticas perniciosas que creíamos superadas por la prueba de fuego del virus. Una de las frases que más se repetía durante la pandemia era que no volveríamos a mirar igual al personal sanitario, que habían demostrado una encomiable heroicidad durante los peores meses y que se la tendríamos en cuenta hasta el final de los tiempos.

Pero parece que ese final de los tiempos ha llegado demasiado pronto. Este fin de semana volvió a registrarse una agresión al personal sanitario de la provincia. En este caso, fue el celador de un ambulatorio de Algeciras el que sufrió en sus carnes la ira de quien olvida que el personal de la sanidad pública y privada se desvive por salvar las vidas de los ciudadanos. La repulsa a la agresión, como no podía de otra manera, ha sido unánime. La administración ha mostrado su solidaridad con el celador agredido y ha activado el protocolo de actuación antiagresiones, que incluye pedir que caiga todo el peso de la ley sobre el agresor. Y es que aunque en muchas ocasiones se identifique este tipo de prácticas sólo con los médicos, es todo el personal de los centros el que sufre de este tipo de actitudes.

Como sociedad tenemos la obligación de tener memoria, de recordar quiénes estuvieron ahí cuando más lo necesitamos. Olvidar la labor de todo el personal sanitario, desde el personal de limpieza hasta el de quirófano, pasando por los profesionales del laboratorio o de la seguridad, es de una injusticia intolerable. Confiemos en que en el 2023 que está a punto de empezar nos demos la oportunidad de ser mejores personas y de respetar a quienes más han hacen por nosotros durante las calmas y, sobre todo, en las tempestades.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación