El cine que habla español

No existe una conexión y un sentimiento de identidad en las cinematografías de España y el resto de países iberoamericanos si exceptuamos, quizá, Argentina

Eduardo Moyano

Cádiz

Cuando escribo este artículo todavía quedan unas horas para que se conozcan los ganadores de la X Edición de los Premios Platino que, reconocen los mejores trabajos en cine y televisión en Iberoamérica durante 2022. ...

No existe una conexión y un sentimiento de identidad en las cinematografías de España y el resto de países iberoamericanos si exceptuamos, quizá, Argentina donde siempre ha habido una conexión más fluida y donde han sido frecuentes los intercambios de profesionales en la coproducción de numerosos títulos, algunos con notable éxito como «Argentina,1985», película que ha sido candidata al Oscar y que ha tenido cierta repercusión en nuestro país. Una película notable, aunque falta de rigor histórico en algunos hechos como fue el empeño del presidente Raúl Alfonsín por investigar lo ocurrido en la dictadura y el informa, «Nunca más» elaborado por el escritor Ernesto Sábato que, propició el juicio contra la cúpula militar de la dictadura (1976-1983) . Durante 2022 pocas películas latinoamericanas se han estrenado en nuestro país, pero lo mismo ocurre con nuestro cine en Latinoamérica o entre los propios países latinoamericanos, donde las películas argentinas son desconocidas en Colombia y las colombianas, por ejemplo, en Chile. Si se ven más algunas películas o series en las plataformas, pero, en general, hay que rebuscar en los inmensos catálogos de las más potentes como Netflix, Amazon o HBO

La posibilidad de crear un mercado audiovisual en español parece una quimera, a pesar de los intentos de algunas administraciones como fue la de Pilar Miró ,cuando fue directora general de Cinematografía ,quién propició en los años ochenta los encuentros entre profesionales de uno y otro lado del Atlántico y promovió semanas de promoción de nuestro cine en Latinoamérica y viceversa, de países latinoamericanos en España.

Durante los pocos años en que estuvo al frente de nuestro cine, como hiciera su sucesor Fernando Méndez Leite, hoy presidente de la Academia de Cine, se apostó decididamente por el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva que fue un referente no solo para España sino para toda Europa, porque varias de las películas que allí se exhibían se estrenaban comercialmente y alcanzaban otros mercados. Huelva pudo ser el gran festival de Iberoamérica en Europa, pero acabó diluyéndose y ocupando un lugar secundario. Fue una puerta al cine iberoamericano como antes lo fue «Alcances» en Cádiz que, de la mano de Fernando Quiñones y José Manuel Marchante, trajo a España títulos prácticamente relegados a algunas sesiones semiclandestinas en los colegios mayores o cineclubs durante los últimos años del franquismo.

Hoy, si miramos la cartelera o incluso, las plataformas, veremos que hay numerosas películas francesas, muchas coproducciones en las que también participan nuestros vecinos; varias películas estadounidenses, alguna española y después el vacío.

Sería importante que se trabajase con más convicción en la creación de un mercado audiovisual en español y portugués que, se abordase con seriedad y determinación en unos años de transformación de toda la industria con la cada vez más limitada presencia de espectadores en las salas comerciales y como contrapartida, la creciente audiencia en las plataformas. Tenemos puntos en común y sobre todo el idioma, con sus diferentes acentos, ya sea dentro de la propia España o en los distintos países latinoamericanos. Seamos capaces de aprovecharlo.

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