Tribuna abierta

Marcelo Rebelo de Sousa, ferviente amigo de España, reelegido presidente de Portugal

«Su gran popularidad -debida además de a su carácter extrovertido y a una permanente presencia pública- no ha dejado de crecer desde que se convirtió en presidente de la República portuguesa demostrando una eficaz y activa colaboración con el primer ministro Antonio Costa»

Fernando de la Guardia Salvetti

Con una pandemia disparada y con la crudeza de la tercera ola que está azotando al país, los portugueses acudieron a las urnas para reelegir al décimo presidente de la República en unas elecciones - atípicas en los 46 años de democracia de Portugal - marcadas por la extrema gravedad que ha alcanzado la pandemia dando un ejemplo de normalidad y civismo. Ejerciendo su voto de forma pacífica y democrática los portugueses han vuelto a dar la confianza a Marcelo Rebelo de Sousa con el 60,9 % de los votos escrutados, superando sus propios resultados emitidos hace cinco años. «Mi principal prioridad como presidente de la República en 2021 será la pandemia», declaraba a los medios.

Pero su gran popularidad -debida además de a su carácter extrovertido y a una permanente presencia pública- no ha dejado de crecer desde que se convirtió en presidente de la República portuguesa demostrando una eficaz y activa colaboración con el primer ministro Antonio Costa, entendiendo que su principal “rol” conservador no debía suponer ningún obstáculo para la gobernabilidad del país. Marcelo Revelo procedente de las filas conservadoras del PSD (partido socialista) ha sido capaz de mantener vínculos con los partidos del centro derecha e izquierda. Una actitud que ha encontrado reciprocidad en el primer ministro Antonio Costa.

En medio de una pandemia que está azotando al país vecino virulentamente no se explica por qué el Gobierno ha seguido adelante con la convocatoria de elecciones, desafiando el confinamiento y el triste balance de convertirse en el líder europeo con la mayor tasa 16.000 contagios y 303 fallecidos por cada millón de habitantes. El sistema Nacional de Salud portugués resulta insuficiente como consecuencia de la terrible escalada de contagios y su escasa capacidad de absorber a pacientes y sin reservas de oxígeno en los hospitales. Es por esto que el Ejecutivo se ve obligando evacuar a los enfermos del Covid -19 fuera de sus fronteras. Alemania con un fuerte dispositivo de sanitarios y equipos de oxígeno, Austria trasladando enfermos de Covid y España en la medida que le sea posible están ya en Portugal en apoyo hospitalario.

A diferencia de lo que sucede en España, donde las elecciones se deciden en función de los intereses partidistas de quien convoca y/o las desconvoca -véase el caso de Cataluña, siempre a merced de los grupos soberanistas, en Portugal habría que haber cambiado la Constitución para retrasar los comicios presidenciales -imposible dado el actual estado de emergencia- adoptando las medidas posibles, dando mayor seguridad e higiene democrática al proceso: facilitando el voto por correo y garantizando al máximo la seguridad dentro y fuera de los centros electorales evitando el miedo al contagio.

El buen entendimiento, que a lo largo de la legislatura formada por Antonio Costa y Marcelo Rebelo ha conseguido en el país vecino una eficaz superación de la crisis financiera de hace una década, cuando Bruselas impuso la intervención económica- hombres de negro- a Portugal. Además, es digno de destacar, el prestigio y la gran proyección externa con influyentes cargos en organismos internacionales.

En sus frecuentes visitas a España el presidente de la República Marcelo Rebelo de Sousa ha demostrado a lo largo de estos últimos años en declaraciones a los medios su satisfacción por las actuales relaciones entre España y Portugal, por un acercamiento progresivo que se manifiesta en el terreno político, económico y social, una mayor cooperación transfronteriza y una creciente unidad de acción dentro de la Unión Europea. Como explican fuentes de la Zarzuela entre el Rey Felipe VI y el presidente de Portugal “Existe muy buena relación y confianza entre ellos”. En sus visitas a Portugal Don Felipe siempre ha manifestado con admiración y cariño el respeto al país vecino apoyando el actual clima de hermanamiento en el marco de nuestras relaciones institucionales.

Mi reconocimiento al país vecino es total y por ello he querido ahondar en lo posible en nuestras relaciones institucionales, para dar encaje desde el consenso y el acuerdo a un clima de entendimiento mutuo y así ganar capacidad e influencia en Europa resaltando las excelentes relaciones entre ambos Estados que sin duda debemos mantener para apoyarnos solidariamente en momentos de dificultad.

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