En contra de las huelgas políticas

Sexta jornada de huelga de los conductores de la EMT. Los madrileños de nuevo se quedan sin servicio municipal de autobuses (más allá de los servicios mínimos) después incluso de que el Ayuntamiento haya atendido las peticiones de nuevas contrataciones de conductores, basándose ahora estos nuevos paros en que no se especifica el calendario de incorporación. Una excusa tras otra... A estas alturas, y tras seis jornadas de huelga, no ofrece duda de que se trata de una huelga política, agitada por Mas Madrid y el PSOE, que sobrepasa el espíritu del derecho constitucional y que se inscribe en el intento de la izquierda sindical de castigar a los gobiernos del centro-derecha. En el caso de la EMT es aún más evidente toda vez que el gobierno de José Luis Martínez-Almeida ha contratado a 90 trabajadores en 2019, el doble de lo previsto y prevé 250 contratos más en 2020. Es decir, que ni corrigiendo la desatención mostrada por el anterior Ejecutivo municipal de Manuela Carmena en lo referente a la plantilla se ha librado el actual equipo de gobierno de la huelga, cuyos principales afectados son, evidentemente, los ciudadanos de Madrid que sufragan el servicio y los sueldos de esos trabajadores. Capítulo aparte merece la dirección de los huelguistas y los comentarios contra el alcalde Almeida que incluían gravísimas amenazas contra su integridad física, amén de insultantes comentarios que les invalidan como líderes de cualquier reivindicación y les acerca más a un grupo de «rompepiernas». Así las cosas, los madrileños vuelven a correr con la peor parte de un paro que no tiene nada que ver con mejoras salariales, sociales o con las condiciones laborales de los trabajadores sino con el intento de erosionar a un equipo de gobierno por no ajustarse ideológicamente al perfil del sindicalismo de manual... de izquierdas, naturalmente.