Con la cabeza bien alta

«Yo no creo que Cifuentes debiera haber dimitido hace treinta días. Cristina Cifuentes nunca debió ser la candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid»

Ramón Pérez-Maura

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Yo no creo que Cifuentes debiera haber dimitido hace treinta días. Cristina Cifuentes nunca debió ser la candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid y, por lo tanto, nunca debiera haber tenido la oportunidad de dimitir de ese cargo. Pero lo fue porque las ideas y valores —o la inexistencia de ellos— daban igual. Eso es lo más grave que le ocurre hoy al Partido Popular. Cuando esta mañana saltó la noticia de su hurto en 2011 confieso que pensé que no me extrañaba nada. Me encajaba perfectamente con su perfil. Un pequeño hurto de los que hacen por diversión los quinceañeros creyendo que con eso son unos revolucionarios . El problema es que cuando lo hizo Cifuentes tenía 47 años y era la vicepresidenta de la Mesa de la Asamblea de Madrid.

Cifuentes miente ahora diciendo que fue un descuido. Yo nunca he entendido que nadie pueda meter en su bolso un objeto por el que no ha pagado y que lo haga por un descuido. Y ese descuido, casualidad de casualidades tuvo lugar un año antes de la otra mentira conocida de Cifuentes en el último mes: la del examen que supuestamente le hizo un tribunal fantasma sobre un trabajo inexistente.

Esta es la ética de la que presumía Cifuentes y que, según dijo, venía a implantar en el PP de Madrid ¡Qué va a seguir presidiendo! En el fondo, no carece de lógica. Su amoralidad no es un impedimento . Ella sigue sosteniendo que hizo un examen y, ahora, que sólo tuvo un descuido. Nada incompatible con presidir el PP en la comunidad más pujante de España. Y lo peor de todo es que esa moral «limpia» se la compraron sus superiores. Y cuando era evidente que Cifuentes es una mentirosa que había falsificado su currículo, siguieron apoyándola porque «es una de los nuestros» en palabras de María Dolores de Cospedal. Por eso tuvo ayer los bemoles de declarar que se va de la Comunidad con la cabeza bien alta. ¿Cómo no va a hacerlo si sus mentiras fueron avaladas por los suyos?

Empiezo a pensar que el problema no es que la derecha española esté cautiva y desarmada ideológicamente. El problema es que a una buena parte de la dirección del Partido Popular y todos los que aclamaban a Cifuentes, ovación en pie en Sevilla, han causado un daño tan profundo al PP que es muy difícil que pueda recuperarse de él. Pero mientras tanto, el mando único en Génova 13, Fernando Martínez-Maíllo, sigue ocupado con la denuncia contra ABC , que debe de ser el mayor problema que tiene el PP hoy. Que Santa Lucía les cuide la vista y antes de que permitan a la izquierda finiquitar la práctica de la caza, que un alma caritativa les regale un sabueso de presa a ver si se enteran de por dónde van los tiros.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación