Feijóo, única mayoría absoluta en España

La entrevista que hoy publica ABC al presidente y candidato del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, retrata a un PP enfrentado a los fantasmas de su pasado reciente y a la crudeza de la fragmentación del centro derecha como factor determinante que le impide revalidar una mayoría nacional para gobernar España. Acierta Núñez Feijóo cuando sostiene que el PP es un partido de diez millones de votantes al que están penalizando la fractura de su voto tradicional y su fuga hacia Vox o Ciudadanos, y acierta también cuando añade que mientras no se «reordene» ese panorama la izquierda socialista y populista seguirá gobernando. Por eso, tiene toda la lógica que Feijóo apele a que el PP mantenga su personalidad «sin rasgarse las vestiduras» ni por Vox ni por Ciudadanos. Es notorio que el PP necesita revalidar en Galicia la mayoría absoluta cosechada ya por Núñez Feijóo en tres ocasiones para reforzar al partido como alternativa creíble contra la desastrosa coalición conformada por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El PP no debe limitarse a ser un partido con amplio anclaje social en comunidades como Madrid, Galicia, Castilla y León o Murcia. Ni siquiera debe resignarse a ser el partido que gobierna Andalucía gracias a Ciudadanos o a Vox. El PP es un partido conservador, moderado y con sobresalientes tintes liberales, y debe recuperar el fondo de armario electoral suficiente para convertirse en una alternativa realista y eficaz al autoritarismo pseudoconstitucional impuesto por Sánchez. De algún modo, Feijóo representa en Galicia la templanza argumental, la moderación programática, y la lógica electoral que debe reivindicar Pablo Casado a nivel nacional.

No es cierto, como sostiene la izquierda, que el PP sea un partido acomplejado e imitador de Vox. En términos de prosperidad económica, el PP ha gobernado los años más exitosos de nuestra historia democrática, y desde el centro-derecha siempre ha dispuesto soluciones eficaces cuando había que resolver los abusos cometidos por la izquierda con las cuentas públicas. Ni el PP ni Núñez Feijóo representan a esa derecha «fascista» que la izquierda ha inventado en España para sobrevivir a toda costa en el poder. Es cierto que el PP mantiene corrientes internas discrepantes, como ocurre en todos los partidos. Pero también lo es que no es fácil replicar a la dictadura social que impone la izquierda con la inmensa mayoría mediática a su favor. El PP está en desventaja y por eso tiene mucho más mérito que Núñez Feijóo esté a punto de revalidar la única mayoría absoluta que queda en España. Galicia debe convertirse así en la primera estación de un nuevo viaje del PP hacia el Gobierno de la nación. Las recetas de Feijóo se han demostrado solventes e incontestables hasta ahora en Galicia, y quizás su lógica de las cosas sirva para que Casado termine doblegando a Sánchez en La Moncloa.