Televisión

El emocionante homenaje de María Escoté a su abuela gaditana en MasterChef Celebrity 7

La receta de la diseñadora dedicada a su familia de San José del Valle consiste en caballa con crema de ajoblanco y anacardo, aceite de cebollino y un falso caviar de soja

La receta de la diseñadora dedicada a su familia de San José del Valle en MasterChef Celebrity 7

LA VOZ

El último programa de ' MasterChef Celebrity 7' arrancó con mucho amor. Eduardo Navarrete llegó a las cocinas de La 1 convertido en cupido «para repartir felicidad entre todos los aspirantes». Pero sin lugar a duda, el momento más emocionante de la noche lo demostró María Escoté para con su abuela materna, natal de Cádiz, de San José del Valle . A la que un día perdió y para la que tuvo una detalle muy especial este lunes. 

En la valoración de la primera prueba del sexto programa, María Escoté viajó a su infancia , a sus raíces, para mezclarlo todo con su creatividad. Todo ello para rendir un emocionante y bonito homenaje a su abuela materna. 

«Mi plato se llama la caballa de los Laurines Puerto , que son los apellidos de mi familia materna. Se lo dedico a mi abuela, que hace tiempo que ya no está. Ella era de San José del Valle, en Cádiz, y allí me crié yo y comí buenísimos» , así comenzó la diseñadora la presentación de su plato. Sensiblemente nerviosa y emocionada, Escoté confesó que en esa elaboración «estaba toda la esencia de sus raíces».

El plato consistía en caballa con crema de ajoblanco y anacardo, aceite de cebollino y un falso caviar de soja . La presentación dejó ver que la creatividad de María Escoté con los colores no solo triunfa en la moda, si no que también lo puede hacer en la cocina.

Los jueces y el invitado Eduardo Navarrete se lanzaron a probar el plato. Y solo se escucharon buenas palabras. Pepe Rodríguez fue muy directo asegurando que «está muy rico» . Jordi Cruz, a pesar de apuntar que la caballa podría estar mejor cortada, también cayó rendido: «Es un buen trabajo», confesó. Pero sin duda, Samantha Vallejo-Nágera fue a la que más le gustó. Se deshizo en elogios. «Los sabores están clavados y la textura del ajoblanco es perfecta» , afirmó. 

La cara de felicidad de María Escoté emocionó a todos. «Cuando haces algo creativo tienes que trabajar desde la pasión. Y en la cocina me estoy dando cuenta que es lo mismo. Necesito hurgar en mí, en lo más profundo, para sacar lo mejor de mí », aseguró la diseñadora. Desde luego que lo está consiguiendo. Seguro que su abuela está muy orgullosa de ella allí donde esté.

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