En apenas un minuto, El Comandante Lara consigue contar nada menos que cuatro chistes, a cada cual mejor.
El primero relata una breve pero cómica escena en la que un hijo le pregunta a su madre por qué su padre se ha ido de casa.
El segundo chiste lo protagoniza un hombre que asegura estar más feliz desde que toma un café con cierto complemento extra.
Un nombre bonito llega en el tercero de esta batería, mientras que en el cuarto una mujer le pide a su marido que se quite la ropa.
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