La economía de muchas zonas rurales que ofrecen productos tan característicos como el jamón ibérico y el corcho necesita a las dehesas. Así como especies tan amenazadas como el águila imperial, el buitre negro o el lince ibérico
La economía de muchas zonas rurales que ofrecen productos tan característicos como el jamón ibérico y el corcho necesita a las dehesas. Así como especies tan amenazadas como el águila imperial, el buitre negro o el lince ibérico - ABC
18 DE OCTUBRE

Día de la Protección a la Naturaleza: Si no se actúa de forma inminente se perderán cuatro millones de hectáreas de dehesa en España

Las dehesas se están muriendo lentamente por la desaparición gradual e inexorable de encinas y alcornoques y el aumento de las cargas ganaderas y la intesificación agrícola en las fincas, alerta WWF

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una dehesa bien gestionada puede constituir un ejemplo de Sistemas de Alto Valor Natural (SAVN). ¿Qué es un SAVN? Cualquier zona productiva agrícola, ganadera o forestal que ha sido sometida a usos y prácticas de gestión extensiva o de baja intensidad (como prados y pastos con rebaños) y que «soportan» hábitats y especies silvestres cuya conservación resulta de especial interés.

Una dehesa bien gestionada, insistimos, puede ser un ejemplo de Sistemas de Alto Valor Natural (SAVN). ¿Pero cómo podemos definir a la dehesa? Pues, por ejemplo, como «un sistema agrosilvopastoral cuyos componentes leñosos, pascícolas, ganaderos y agrícolas interactúan de manera beneficiosa en términos económicos y ecológicos bajo determinadas circunstancias de gestión».

Una dehesa bien gestionada, pues, puede suponer un modelo de Sistemas de Alto Valor Natural (SAVN).

Sin embargo la estabilidad ecológica de «este sistema único, tan extenso y emblemático de la península ibérica, de vital importancia para el desarrollo de los territorios en los que se localiza», se prevé muy comprometida, así como su producción a largo plazo, alerta WWF.

Valoración social del ganadero

La sociedad no valora de manera adecuada al ganadero, cuyos conocimientos se están perdiendo: no existe el relevo generacional y tampoco se encuentra mano de obra cualificada, explican desde la organización. Además, los ganaderos tienen dificultades para acceder a las nuevas tecnologías y están optando por intensificar las prácticas de manejo agrícolas y ganaderas para revertir la falta de rentabilidad de las explotaciones. «Se incrementan los precios de los insumos, pero se reducen los de los productos de la dehesa, que se minusvaloran en el mercado porque no consiguen diferenciarse del resto al carecer de una comercialización eficaz», señala el Fondo Mundial para la Naturaleza. «Los ganaderos y agricultores no reciben tampoco compensaciones por la función social que realizan y las subvenciones que contempla la Política Agraria Común no está clara aún», matizan desde la ONG.

Amenazas: el envejecimiento del arbolado, las plagas y enfermedades

Desde 2011 WWF lleva a cabo el proyecto «Sistemas de Alto Valor Natural: una oportunidad para el desarrollo sostenible del medio rural», financiado por la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural. La iniciativa persigue atajar los problemas ambientales que aquejan a la dehesa, entre los que destaca la escasez de regeneración natural debido, en parte, a las altas y continúas cargas ganaderas y la sustitución de las ovejas por las vacas en las fincas. El envejecimiento del arbolado adulto, los graves daños por malas prácticas (podas y descorches, principalmente) y el aumento de la incidencia de plagas (escarabajos, en su mayoría) y enfermedades (como la podredumbre radical, que causa la muerte de las encinas y alcornoques) también están influyendo en la pérdida de biodiversidad que experimenta la dehesa en los últimos tiempos.

«Hay que trabajar a nivel de finca, impulsando planes de gestión integral que regulen los usos y aprovechamientos. Y las administraciones deben impulsar un marco normativo e institucional que regule el mantenimiento y desarrollo de la ganadería extensiva en dehesa, donde se integran sus componentes agrícola, forestal y de conservación», sugiere la organización.

Si no se actúa de forma inminente, advierte WWF, se perderán cuatro millones de hectáreas de dehesa en España, el equivalente a la superficie de Extremadura, «afectando gravemente a la economía de muchas zonas rurales que ofrecen productos tan característicos como el jamón ibérico, las bellotas y el corcho y a unos ecosistemas de gran valor natural que albergan amenzadas especies como el águila imperial, el buitre negro o el lince ibérico».

Ver los comentarios