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Haz esto y los neumáticos te durarán más

Practicar una conducción más suave y relajada aumenta su longevidad

Los bordillos y los baches profundos producen muchas más averías de lo que parece

Madrid Actualizado: Guardar
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Los neumáticos son un punto vital en la seguridad del automóvil, pues suponen el único punto de contacto entre el suelo y el vehículo. De ahí lo imprescindible de vigilar su estado y sustituirlos cuando sea necesario, bien porque el dibujo esté por debajo del límite permitido (1,6 milímetros), bien porque sufra un desgaste irregular, deformaciones u otros daños.

Existen medidores para verificar la profundidad del dibujo, y de paso los neumáticos actuales cuentan con indicadores de desgaste, unos pequeños resaltes de los canales principales en la banda de rodadura fácilmente localizables que se corresponden con las letras TWI en los hombros de la cubierta.

Cuando estos indicadores contactan con el asfalto ha llegado el momento de cambiarlos, entre otras cosas porque legalmente no se puede seguir circulando con ellas, ni más ni menos que por seguridad.

Otra forma sencilla de saber si circulamos con la profundidad correcta es colocar una moneda de un euro en el dibujo del neumático: si llega a verse su borde dorado tendremos que sustituirlos. Es importante no posicionar la moneda encima de los citados indicadores.

Prolonga así su vida útil

La duración de los neumáticos depende de muchos factores. Uno de ellos es su composición, pues por ejemplo existen ruedas de altas prestaciones de las que no se puede esperar un elevado kilometraje. También las hay de mayor duración, si bien, y como conductores, podemos influir en el kilometraje útil de unos y otros teniendo en cuenta:

1. Mantener la presión correcta. Garantiza la seguridad e influye en el desgaste del neumático: una presión excesiva provoca un desgaste acusado (por la parte central de la banda de rodadura) y una presión inferior a la marcada por el fabricante un desgaste acusado en los hombros por el aumento de la fricción y la temperatura de trabajo en la zona.

2. Modificar las presiones en función de la carga. Es habitual viajar sin verificar presiones. Marcas como Continental recomiendan llevar una presión con poca o nula carga en el vehículo y otra diferente con carga, pues si viajamos cargados sin elevar las presiones en el último supuesto el resultado sería similar a conducir con neumáticos faltos de presión.

3. Evitar las aceleraciones bruscas. Produce mayor desgaste en la banda de rodadura al aumentar fuerzas y torsiones en la cubierta. Algo que a su vez provoca un aumento de su temperatura y una degradación de la goma acelerada.

4. Evitar las frenadas bruscas. Como con las aceleraciones, hacen trabajar más al neumático y aceleran su desgaste.

5. Evitar fuertes apoyos en curva. Si dibujamos una trayectoria menos forzada al trazar curvas reduciremos el desgaste de las ruedas, sobre todo en el exterior de la banda de rodadura y en los hombros exteriores.

6. Conducir a alta velocidad. No solo es ilegal exceder los límites de velocidad, también provoca mayor calentamiento del neumático. Suele asociar apoyos acusados en curvas y fuertes aceleraciones y frenadas. El resultado será un desgaste prematuro.

7. Evitar golpes y roces. Hay que evitar los baches profundos o rebasarlos a baja velocidad para evitar deformaciones o roturas en las cubiertas. Y es importante prestar atención al aparcar para evitar golpearlos o rozarlos con los bordillos, maniobra que produce más averías de lo que pensamos.

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