Averigua cuál es el asiento más seguro para que viajen los niños en el coche

Casi la mitad de los padres y madres desconoce las excepciones en las que los menores pueden viajar en el asiento delantero

S. M.

La mayoría de padres y madres (99,6%) reconoce la importancia de transportar a un recién nacido en un portabebé de seguridad mirando hacia atrás o en un capazo homologado , aunque casi la mitad desconoce las excepciones en las que los menores pueden viajar en el asiento delantero. Eso sí, 9 de cada 10 reconoce las ventajas del sistema Isofix, entre ellas, que, facilita la instalación del portabebés y la sillita y aumenta la seguridad. Y es que colocar correctamente una sillita infantil evita el 75% ciento de las muertes y hasta un 90% de las lesiones.

Estas son conclusiones que se desgranan del informe 'Seguridad vial infantil en el automóvil. ¿Viajan nuestros hijos siempre seguros?' de Fundación Mapfre, el cual pretende determinar si la percepción que tienen los padres sobre el uso de los sistemas de retención infantil se corresponde con las recomendaciones y normativa vigente, así como identificar las brechas de seguridad del uso de los SRI desde el nacimiento hasta los 12 años.

En primer lugar, es preocupante la percepción de seguridad que tienen los participantes respecto al lugar más seguro para ubicar la sillita del coche, ya que tan solo el 38,84% refiere éste como el asiento trasero en posición central. Dicha ubicación es la que más protección ofrece al niño de los impactos laterales al ser la ubicación más alejada de las puertas laterales.

En este punto hay que tener en cuenta que la mayor parte de los automóviles no disponen anclajes isofix en el asiento trasero central, y si en los asientos laterales. En este caso, si se va a utilizar el sistema isofix, la ubicación ideal sería el asiento trasero derecho , ya que permite tener contacto visual con el niño y proporciona un acceso más seguro desde la acera para acceder a la sillita, tanto para su instalación, como para la entrada y salida del niño del vehículo. Esta localización de la sillita fue señalada como la más segura por el 35,70%, lo que probablemente responde a la utilización del sistema isofix en el SRI. Sin embargo, un 18,84% de los participantes estima como más segura la posición lateral izquierda, un 6,05% considera que es indiferente la posición en los asientos traseros, y un 0,58% cree que es más segura la posición en el asiento delantero. Por tanto, este punto requiere de una mayor atención en la formación.

En concreto, en el caso de los SRI, conseguir que ningún niño pierda la vida en un siniestro de tráfico sin hacer uso de uno de ellos, indicador de la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 de la DGT, aunque esta estrategia debe ser más amplia evitando, que fallezca ningún menor, incluso utilizando sistema de retención, requiere de una estrategia que haga llegar los conocimientos necesarios a estos colectivos.

Este punto es de gran importancia, ya que los niños deben viajar siempre seguros y emplear SRI, independientemente de la distancia o el tiempo de desplazamiento. Por tanto, el conocimiento de la importancia del uso de estos dispositivos es fundamental que llegue a los adultos que potencialmente, van a trasladar en sus vehículos a niños.

Otro dato que llama la atención en los resultados, es el bajo porcentaje de hombres que han respondido al cuestionario (5,35%). Esto puede ser debido a el método de difusión del mismo, ya que aunque las redes sociales son accesibles equitativamente por sexos, la difusión se realizó a través de redes vinculadas a asociaciones profesionales de matronas, de las propias asociaciones y colectivos vinculados a las mismas, donde la mayoría de seguidores son de sexo femenino. Esto puede suponer en si mismo un sesgo en cuanto a la información recogida sobre la percepción de conocimientos del uso de SRI en los hombres.

Las actividades llevadas a cabo en el convenio de colaboración de la FAME y la Fundación MAPFRE se ven reflejada de forma muy positiva en la respuesta de los participantes en el estudio con respecto al traslado del recién nacido, las ventajas del sistema isofix, cuándo pueden viajar los niños mirando hacia delante, en qué momento se puede empezar a utilizar un elevador con respaldo, cuándo se debe cambiar la sillita por una más grande, correcto ajuste y cierre del cinturón y arnés.

Algunos aspectos relacionados con el tema no han obtenido una respuesta del todo satisfactoria, como es la posición del respaldo cuando los niños viajan mirando hacia atrás o la recomendación del uso del asiento elevador.

Un total de 34,30% de los participantes desconoce que, cuando el bebé viaja mirando hacia atrás, el respaldo debe colocarse en una posición intermedia, entre horizontal y vertical. A pesar de que el 65,70% si conoce la posición correcta, este dato es relevante y requiere una mayor insistencia en la formación de los usuarios de SRI.

Por otro lado, la percepción de los encuestados respecto a la recomendación y obligatoriedad del uso del asiento alzador es errónea. Un alto porcentaje (41,16%) cree que la recomendación es hasta que el niño mida 135 cm, estatura que se corresponde con la obligatoriedad del uso del dispositivo, no con la recomendada, en realidad, la recomendación es hasta los 150 cm o hasta que el cinturón ajuste perfectamente a las condiciones físicas del niño. Esto puede dar a los padres una falsa sensación de seguridad al pensar que es recomendable, y no obligatorio, usar alzador si su hijo mide menos de 135 cm, con lo que podrían prescindir del dispositivo, cuando en realidad en este momento el uso del SRI es obligatorio con la finalidad de evitar lesiones en caso de siniestro. Un 24,42% declara no conocer la recomendación respecto a la talla del niño, lo que no excluye que sí puedan conocer la obligatoriedad hasta los 135 cm, o por el contrario desconocer también este dato. Por tanto, este es un aspecto sobre el que hay que incidir en la formación.

Por último, hay otros aspectos donde se han obtenido respuestas que reflejan un desconocimiento importante de las recomendaciones sobre el uso adecuado de los SRI sobre los que especialmente hay que incidir en la formación.

Otro dato preocupante es el desconocimiento, en un 8,60% de los casos, acerca de la antigüedad del SRI que utilizan los encuestados, y el uso de SRI con una antigüedad mayor de 6 años en un 5,81%. Por otro lado, el 57,56% declara desconocer con cuántos años debe renovarse el SRI. No existen pruebas concluyentes sobre la duración de los SRI y el reglamento 129 de la Comisión Europea que regula la homologación de los SRI no exige tampoco pruebas de durabilidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el estado de la sillita no será el mismo si ha estado almacenada en su caja, y en un ambiente fresco y seco, que si ha estado en el interior del vehículo durante varios años seguidos expuesta a factores como el frio, calor o la luz solar, lo que puede contribuir a la degradación de sus elementos. Así mismo, el uso del dispositivo puede hacer perder su funcionabilidad por desgaste. Dado que los SRI están destinados a proteger a los niños en caso de colisión o frenada brusca, lo razonable sería no utilizar el mismo dispositivo más de 6 años, siempre priorizando las indicaciones del fabricante de la sillita. Por tanto, este aspecto requiere una mayor intervención y concienciación de los usuarios de SRI.

Para finalizar, la búsqueda de información sobre los SRI se realiza en medios fiables (tienda especializada, matrona, hospital) en un 55,79% de los casos. Un 30,29% busca de forma autodidacta esta información en medios de comunicación o internet, no conociendo qué tipo de webs son las consultadas. Un 7,93% se deja aconsejar por amigos o familiares.

Por último, hay dos temas donde se han obtenido respuestas ambiguas o contradictorias. Por un lado lo relacionado con el Real Decreto 667/2015, de 17 de julio donde se indica la obligatoriedad de que los ocupantes de vehículos de hasta nueves plazas (incluido el conductor) cuando se trate de menores de edad con estatura inferior o igual a 135 cm, viajen en los asientos traseros empleando un SRI homologado para su talla y peso. Dicho Real Decreto establece tres excepciones en las que el niño podría viajar en el asiento delantero con una sillita: cuando el vehículo no disponga de asientos traseros, si todos los asientos traseros están ocupados por otros menores con un SRI, o si no se pueden instalar sistemas de retención en los asientos traseros. El otro tema contradictorio está relacionado con la manera en que protege más el elevador con respaldo que sin respaldo. En ambos casos, las respuestas obtenidas parecen responder más a una mala comprensión de la pregunta que a un desconocimiento sobre el tema.

Esto puede ser debido a que ambas preguntas se formulan solicitando la respuesta incorrecta, por lo que a pesar de haber pasado por un proceso de validación de contenido, la formulación no ha sido del todo clara para los participantes.

La seguridad de los niños cuando viajan en coche depende, en gran medida, del uso adecuado de los SRI que realizan los adultos con los que viajan, por lo que la información y formación acerca de estos dispositivos es fundamental. En este sentido, las estrategias llevadas a cabo fruto del convenio de colaboración entre FAME y Fundación MAPFRE han tenido resultados positivos. Sin embargo, los datos recogidos en este estudio demuestran que es necesario continuar con la información y formación de los adultos, no solo de los padres, sino de todos los colectivos que potencialmente pueden ser usuarios de SRI en sus vehículos. Para ello es fundamental que todos los colectivos accedan a esta información de fuentes fiables .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación