Toyota Highlander, un «siete plazas» híbrido y confortable

La marca japonesa introduce por primera vez en Europa su exitoso SUV de tamaño grande, hecho en Estados Unidos e impulsado por su sistema híbrido de cuarta generación

Unai Mezcua

Es un hecho que los SUV de grandes dimensiones están de moda. Cada vez más fabricantes se atreven con propuestas diferentes en los segmentos D y E. Y Toyota, referente con su todoterreno Land Cruiser, amplía ahora su apuesta con el Highlander. Se trata de un viejo conocido en Estados Unidos -se fabrica, en la planta de Toyota en Indiana-, donde sus tres generaciones precedentes han sido un éxito en ventas.

Cubierta la parte todo terreno con el citado Land Cruiser, Toyota busca ahora llegar, con el desembarco del Highlander en Europa, a familias numerosas con conciencia medioambiental y, por qué no, ganas de salir de vez en cuando del asfalto. Para ello, las bazas del modelo son un diseño más urbanita, unos acabados bien rematados y agradables, siete plazas de serie y una mecánica híbrida que le garantiza lucir la etiqueta Eco sobre el parabrisas.

La estrella del coche, y lo que le diferencia de su competencia, es que equipa la cuarta generación del sistema híbrido de Toyota , estrenado por el RAV4. Combina un motor 2.5 gasolina con dos eléctricos, con una potencia total de 248CV. Y la ubicación de los propulsores eléctricos, uno en cada eje, le permiten disfrutar de un sistema de tracción total inteligente, denominado AWD-i . Por descontado, la única caja disponible es una automática, de tipo CVT.

La plataforma sobre la que se monta esta cuarta generación es la GA-K, la misma que estrenó el RAV4. Sus dimensiones, no obstante, son mayores, en particular la longitud, de 4,96 metros . Prácticamente toda la ganancia ha ido para la batalla o distancia entre ejes, 16 centímetros mayor, lo que le permite ofrecer un habitáculo notablemente más grande y confortable para los pasajeros traseros.

Frente a frente, el Highlander muestra unas líneas muy modernas y fluidas y, era de esperar, unas dimensiones descomunales, disimuladas solo en parte por elementos como los pilares en color negro o la forma de los pasos de rueda. El diseño ofrece una sensación de robustez y de calidad general.

En el interior, destacan los buenos ajustes y buen tacto de todos los elementos al alcance de la mano. Hay mucho espacio en las dos filas delanteras de asientos, aunque la tercera, como suele suceder, es más angosta. Un buen punto es que incluye de serie un sistema de banqueta trasera deslizable para la segunda fila, que permite desplazarla en 180 milímetros. Y el volumen maletero, con 658 litros, es notable . Puede crecer además hasta unos extraordinarios 1.909 litros con las dos filas posteriores abatidas, ofreciendo además un «cubo» de almacenamiento muy apropiado para alojar objetos voluminosos.

Nuestra unidad, con el nivel de equipamiento más refinado, Luxury, presenta además una gran pantalla de infoentretenimiento, de 12,3 pulgadas; asientos calefactados y ventilados, volante calefactado y un cuadro de instrumentación totalmente digital en el que la información se presenta de forma clara y atractiva.

Hemos podido probar el Highlander en los alrededores de Madrid, en un recorrido de unos 100 kilómetros por ciudad, carretera y campo. Y lo hemos hecho en unas condiciones muy particulares, unos días después de la gran nevada en Madrid de enero de 2021, con las carreteras ya prácticamente limpias de nieve, pero no así los caminos.

Nuestra unidad, equipada con neumáticos de invierno, mostró un comportamiento muy noble en unas circunstancias adversas, gracias especialmente a la mencionada tracción AWD-i. Incluso cuando nos adentramos en un camino con al menos 20 centímetros de nieve y hielo en pleno proceso de deshielo, en este caso con el modo Trail seleccionado, para un reparto óptimo del par en condiciones de baja adherencia. La tracción AWD-i es de tipo variable , es decir, el vehículo arranca con tracción total pero ésta se desconecta a baja velocidad (a partir de 8 ó 10 km/h) para reducir el consumo, y entra de nuevo en funcionamiento en condiciones de baja adherencia o mayor exigencia.

Los 248CV del conjunto propulsor rinden bien y mueven al Highlander con mucha solvencia -permiten además arrastrar unas nada desdeñables dos toneladas-. El conductor puede además alternar entre diferentes modos, Sport, Normal y Eco , además del ya mencionado Trail, sin que haya diferencias apreciables entre ellos.

En marcha, lo más positivo nos ha parecido su confort de marcha, con una suspensión confortable tirando a blanda que, no obstante, no penaliza en exceso en el paso por curva (gracias, según Toyota, al elevado nivel de rigidez que ofrece la plataforma GA-K) y el buen aislamiento interior, gracias a la incorporación, también de serie, de parabrisas acústico y ventanillas delanteras reforzadas -pese a lo cual el sonido del motor térmico es perceptible-. Su mayor pega, a falta de una prueba más extensa, promete ser su consumo: frente a los siete litros homologados, nosotros hemos rondado más bien los 12, con picos altos en las zonas interurbanas del recorrido.

El Highlander 2021, ya disponible en los concesionarios de la marca, se ofrece con dos niveles de equipamiento, Advance y Luxury, con un precio que parte de 52.000 euros, o 400 euros al mes con financiación Easy Plus (y 17.000 euros de cuota inicial) o 645 en el renting Kinto One de la marca (sin entrada).

De serie se incluye el paquete de asistencia a la conducción Toyota Safety Sense, mientras que el único opcional es el gran techo panorámico Skyview. En el segundo nivel de equipamiento, el precio sube hasta los 62.900 euros, debido en gran parte al salto en el impuesto de matriculación, de 4,75% al 9,75%, por sus mayores emisiones.

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