Añadir aceite de calidad conforme a la especificación del fabricante del coche y cambiarlo a tiempo es esencial
Añadir aceite de calidad conforme a la especificación del fabricante del coche y cambiarlo a tiempo es esencial

Mantén tu coche como el primer día

Evita problemas mecánicos serios y logra un rendimiento óptimo siguiendo el mantenimiento fijado por la marca sin descuidar los plazos y usando componentes de cierta calidad. Sigue, además, los siguientes consejos

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Para mantener el coche en buen «estado de forma» y evitar averías prematuras no basta con seguir las indicaciones de servicio marcadas por el fabricante, aunque éstas son imprescindibles. Además, hay una serie de consejos que evitan contratiempos y aseguran un funcionamiento óptimo de la mecánica de tu vehículo. Entre ellos:

- Una conducción suave. No es ir lento, sino evitar una conducción brusca. Permitir a la mecánica ganar temperatura antes de exigirle todo lo que puede dar de sí es, de paso, esencial —calcula alrededor de cinco minutos después de arrancar—. En los vehículos más antiguos no es tan importante esto como practicar una conducción moderada y progresiva hasta que el propulsor opere en su régimen de funcionamiento óptimo

- Utiliza lubricante de la mejor calidad posible o, como mínimo, un aceite que cumpla con los requisitos del recomendado por el fabricante de tu coche. Los de tipo sintético suelen ofrecer el mejor rendimiento y no son tan caros como se piensa. Vigila el nivel, sin añadir por encima del máximo que marque la varilla ni dejar que caiga por debajo. Entre intervalos de servicio hay que añadir aceite casi siempre; ten claro que el aceite es vital para la mecánia de tu coche

- Vigila cualquier posible fuga, ya sea líquida — refrigerante, líquido de frenos o dirección...— o de gas/vapor —ojo a cualquier olor extraño—, y no solo bajo el vano motor, sino abriendo éste de vez en cuando y verificando que no haya salpicaduras sobre el bloque. Seguro que evitarás inesperados calentones...

- No cambies de marcha con la mecánica muy baja de vueltas —a menos de 1.500 rpm—. Hazlo a unas 2.000 rpm en un modelo diésel y en torno a 2.500 rpm si el coche fuese de gasolina. Para contar con reprís suficiente, por ejemplo al adelantar o afrontar con garantías un largo repecho, reduce una marcha en vez de estirar una más larga que solo tensionará órganos mecánicos esenciales como el cigüeñal

- En modelos con mecánica turboalientada conviene dejar el ralentí aproximadamente un minuto tras realizar una conducción exigente, por ejemplo viajando en familia. Esto permitirá eliminar carbonillas acumuladas y contribuirá a engrasar adecuadamente un elemento, si se rompe, no baja de 800 ó 1.000 euros al repararlo. Además, evita exigir más de la cuenta a la mecánica hasta que cobre temperatura, cuando la arranques en frío

- Un filtro de aire debe cambiarse cada 30.000 ó 40.000 km, limpiando a su vez la caja

- Un coche aparcado en cuesta acumula líquidos como el aceite de lubricación mecánica en un lado, de modo que al arrancar conviene esperar unos instantes antes de comenzar la marcha hasta que la bomba asegure un engrase correcto del conjunto

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