Tonos violetas y un trato más amable, entre las señas distintivas del taller Ask Betty.
Tonos violetas y un trato más amable, entre las señas distintivas del taller Ask Betty.

Un taller de coches para chicas

Peluquería, rincón infantil y baños «como Dios manda» figuran junto a otros en la carta de presentación de Ask Betty, un taller mecánico de Montevideo diseñado para que las mujeres se sientan cómodas en un entorno al que habitualmente solo acuden hombres.

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«Las mujeres no suelen llevar los coches al taller porque son lugares inhóspitos», asegura el director del taller y creador del concepto Ask Betty, Enrique Igarzábal, quién destaca que esta idea de «taller amigable con las conductoras es única en América Latina. Solo en Estados Unidos encontré un hombre que daba consejos a los mecánicos sobre cómo mantener a una clientela femenina», precisa.

Entre estas sugerencias figuraban la creación de entornos agradables para que las conductoras pudieran acudir con sus hijos y la utilización de un vocabulario comprensible para un público que, por lo general, cuenta con un conocimiento mecánico más exiguo.

Pintado en violeta, presta servicios ordinarios de grúa y reparación de vehículos, como amortiguación y lavado, combinados con manicura y peluquería.

«Las conductoras tienden a pagar más en el taller que los hombres por desconocimiento de los trabajos», señala Igarzábar, que asevera que la picaresca masculina es común en el sector.

«La semana pasada vino una mujer para solicitar un servicio que aún no era necesario: le faltaban 7.000 km para requerirlo», corrobora Pedro Quiroga, mecánico responsable del negocio, que cree que cualquier otro taller en este caso hubiera llevado a cabo la reparación sin informarla.

De confianza

El objetivo es que las mujeres acudan a «un lugar de confianza donde se sientan cómodas a precios competitivos y que no interfiera en su rutina, por lo que puedan llevar a sus hijos o continuar trabajando, pues dispone de zona de recreo infantil o servicio WiFi de Internet», explican.

El clásico calendario con fotografías de desnudos femeninos «está desterrado de este entorno», en el que se apuesta por revistas del corazón y música ligera para amenizar la espera.

Por ahora, la mitad de la clientela son mujeres, pero también acuden hombres que, según Igarzábar, «están encantados con una limpieza por encima de la media de los baños, en los que además se ha instalado un mueble para cambiar a los bebés».

Tras la inauguración de Ask Betty, otros talleres de la ciudad han reaccionado con bajadas de precios. «No iba al taller porque es un entorno machista», incide la peluquera del taller, Jessica Julián, que define su entorno de trabajo como «una propuesta innovadora y acorde con el elevado número de conductoras de Uruguay».

De momento todos los mecánicos son hombres, pero están formando a dos mujeres para el lavado de coches y el servicio de neumáticos con vistas a que en un futuro puedan incrementar sus funciones.

Walter Delbue, taxista de Montevideo, aplaude la iniciativa: «La fama del taller es de ambiente machista que desconfía de la labor de las mujeres como mecánicas».

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