Juan F. Alonso: «Escribo sobre motivos para salir de casa todos los días»

Juan Francisco Alonso, director de ABC Viajar en su versión impresa y virtual, es un periodista criado a los pechos de ABC Sucesos, «dicen que una escuela de garantía», presume. De extrema afabilidad, pasaría por Mr.Hyde el penúltimo viernes de cada mes, cuando le vuelven a cambiar el paginado de su pequeño gran refugio viajero en papel, a punto de hacerse corpóreo en la rotativa.

España, Mundo, Viajes, Sociedad, cibercultura e internet, vida digital y tecnología... Su pasaporte periodístico lleva unos cuantos visados entre tapa y tapa. Es, dice, «un periodista de la vieja escuela. Me dediqué a esto porque me gusta escribir», así que tiene en Próxima Estación su «descanso dominical. Como una trufa al final de la comida», define.

Al contrario que cualquier humano, gusta de compartir tan preciado postre con los lectores, tal vez porque prefiere viajar «en buena compañía», hasta cuando son sus dedos los que lo hacen de tecla en tecla. A @jfalonso (su usuario en Twitter) no le importan tanto «los sitios a los que vas como la gente que te acompaña, tu estado de ánimo», porque «para hacer un gran viaje no hace falta un destino largo y caro; más imprescindible es una buena compañía, que salgas con ganas de pasarlo bien. Todos los días son viaje», afirma.

Todo empezó, quizá, en «el autobús de la Continental desde Ayllón a Segovia, para comer en Duque». Probablemente tal fue el primer viaje de su vida, aunque el amor a hacer maletas llegó «en Bali. Todavía recuerdo el amanecer en la playa, las procesiones en la carretera hacia algún templo hindú, el verde vivísimo, un verde que deslumbraba». Así, dando envidia sin querer, se deja «guías prácticas, consejos de expertos, entretenimiento, lo último de lo último en cada destino, hoteles, los mejores vídeos, la mejor información de gastronomía» en su blog en ABC, que junto a Salsa de Chiles (Carlos Maribona) y Orientaciones (Fernando Pastrano) son la trinidad divina que regala a los lectores «todos los días, razones para querer salir de casa», dice.

«El periodismo de viajes ha cambiado mucho. Hubo una época, cuando nadie viajaba en España, en que las revistas hablaban de París, recomendaban ir al Louvre o a la Torre Eiffel y podían titular «La ciudad de la luz», o cosas así. Se vendían guías de viaje, y las revistas hacían guías generales y voluminosas». Lo dice con nostalgia, no tanto por celebrar que los nuevos lectores hayan viajado más que aquellos -«aunque aún escribimos para gente que sueña con ir a algún sitio más que para la gente que va a ir la semana que viene a un sitio», matiza- sino por el pesar que le produce que «en general, se escribe menos literatura de viajes, lo que por otro lado es una pena».

Trenes y otros contratiempos

Pese a su gusto por escribir, y su amor por los viajes, Alonso también ha tenido que contar alguna vez alguna historia que nada tiene que ver con los «recuerdos imborrables del Amazonas (en Brasil y en Colombia), de los riads de Fez, de un verano en la Costa Amalfitana, de un día de lluvia torrencial en Tailandia, de un anochecer en Rickshaw en la India, de un mercadillo de Navidad en Alemania, de un hotel en Maldivas, de una playa en Oliva, de un cordero asado en Corral de Ayllón (Segovia) o de una noche romántica en Praga». Pero salvo ese viernes frenético ante la guillotina cruel de la rotativa, no ha perdido el pulso ni cuando su maleta tomó un vuelo diferente al suyo y hubo de vestirse en Singapur con «un baúl de ropa china que me dejó un look muy apropiado para salir a la calle», o cuando una sobremesa agradable se solapó con la hora de embarque de un vuelo, obligándole a un París-Madrid por vía férrea, a pierna suelta, al son del traqueteo de los trenes que en realidad ya no traquetean.

«Remontábamos el Amazonas desde Belem a Manaos en un barco de carga, en el que solo nos alimentábamos con Coca Cola por razones que usted podrá comprender...», así inicia su respuesta a una pregunta 100 veces menos suculenta que tal comienzo, y lo imagina uno friendo a fotos de viajes a sus amigos, pero no. No lo hace, asegura, antes de protestar: «¿Qué hago en esta fiesta?... No me gustan los concursos. Siempre me parecen injustos. No suelo presentarme...». Pues de ustedes depende completar el disgusto, si Próxima Estación es, a su juicio, el Blog del Año en ABC, aquí puede votarlo.