El jardín del Ritz es el protagonista en las noches de verano madrileñas
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el verano de madrid

Un Ritz para todos los sentidos

La oferta estival del hotel apuesta por las tapas, meriendas y noches de «chill out» con DJ en vivo. Todo en el lujoso jardín

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Tapas en el jardín, noches de «chill out» con DJ en vivo, «gourmet&catering», dulces y copas heladas... La oferta veraniega del Hotel Ritz tiene para todos los gustos. El establecimiento centenario madrileño abre sus puertas de par en par durante la época estival y pone a disposición de clientes y visitantes lo mejor de su oferta.

La estrella, sin duda, de este hotel es su coqueto jardín, con vistas a la plaza de Neptuno. Su restaurante, Goya, tiene merecida fama de calidad. Ahora apuesta, también, por el tapeo. El chef, Jorge González, y su equipo continúan reiventándose con cartas innovadoras. Sorprende su «tomatada», una fusión de cinco variedades de tomates en texturas muy dispares que, combinadas sobre un fino lecho de salmorejo, «conforman el plato estival idóneo», nos cuentan desde las cocinas del Ritz.

El director del hotel, Christian Tavelli, no duda en señalar que «es un placer dejar rienda suelta a Jorge y su equipo dándoles total libertad para adquirir la mejor materia prima. Así se mantiene un alto nivel».

Las noches de verano son especiales. Este año el Ritz invita a entrar en un nuevo ambiente privado de la mano del mixólogo David Pérez y crea los combinados más sugerentes y refrescantes en su moderna barra de coctelería. La música en directo a cargo de un DJ y la nueva iluminación –muy relajante– delante de la fuente recién restaurada hacen de este espacio «un oasis perfecto» hasta la madrugada.

«El Ritz en su casa» es otra de las ofertas del hotel. Así, el servicio de «gourmet&catering» se traslada, con toda su exclusividad, a cualquier parte de España. «Hacemos realidad los deseos de los clientes». Sirven desayunos, almuerzos e, incluso, menú para eventos privados y de negocios. Y todo, a base de «servicio de guante blanco, exquisita decoración, platos creativos y, como novedad, nuestro té a domicilio» que comprende, dice el director, una amplia selección de tés únicos elaborados por la diseñadora Beatriz Parreño.

Los golosos tienen su rincón en el hotel. «Pecar en el Ritz» es una idea que ya lleva meses con muy buena aceptación. El equipo del establecimiento ha creado un paraíso para los amantes del dulce. Ofrece una selección de tartas, brownies, cupcakes y postres caseros cada tarde que se pueden acompañar con champán, té o café.

Para el verano, el chef Jorge González, propone una selección de copas heladas combinando los cremosos helados –elaborados en el propio hotel– con una explosión de chocolate templado o de «cheescake» con frutos rojos silvestres y coulis de frambuesa.

El Ritz se pone a punto tras su reciente compra por parte del consorcio chino-árabe Mandarin-Olayan, una operación que costó 130 millones de euros. En 2017 comienzan las obras de resturación que, como adelantó ABC, incorporarán un spa bajo el jardín.

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