Lavapiés, un lienzo para el arte urbano

Las paredes de Lavapiés se han convertido en un lienzo sobre el que 42 artistas y colectivos urbanos han plasmado su talento. Vistosos murales sobre las fachadas, ilustraciones en los escaparates de los comercios, un jardín vertical, un diorama elaborado por los niños del barrio, un espejo auto-selfie, una figura realizada con piezas de lego y objetos tridimensionales fabricados con materiales reciclados se exhiben hasta el 21 de mayo en establecimientos de la zona tan reconocidos como la farmacia centenaria, el mítico Herbolario El Druida o el bar La Playa de la calle Argumosa, entre otros.

Más de cien proyectos se presentaron para formar parte de la segunda edición de C.A.L.L.E (Convocatoria Artística Libre de Lavapiés Emergente). Todos querían formar parte de este «circuito de exposición alternativo».

«Es una excelente oportunidad para los artistas y, a su vez, proporciona a los comercios una forma diferente de relacionarse con los visitantes, primando el concepto de cercanía frente a grandes cadenas y multinacionales», asegura Javier Vázquez, presidente de la Asociación de Comerciantes de Lavapiés. Para este peculiar museo al aire libre se han organizado, como novedad con respecto al año pasado, visitas guiadas, para que los vecinos puedan conocer más sobre el arte urbano, profundizar en las obras y las motivaciones de sus creadores, algunos tan consagrados como H101 o Sue.

El objetivo de esta iniciativa es potenciar la creación artística para convertir las calles en un espacio para el arte al aire libre, en línea con otras iniciativas artísticas realizadas en ciudades como Berlín, París o Estambul. «Desde hace más de 15 años en Lavapiés asistimos a una intervención continua del espacio público, ahora queremos destapar este arte emergente de las calles para que obtenga reconocimiento y acercarlo a los visitantes, potenciando un barrio siempre cambiante y en experimentación», afirma Stéphane Abondance, creador y organizador del proyecto.

Es, en cierto modo, un homenaje al barrio más castizo de Madrid, que ha evolucionado hasta convertirse en una zona de referencia para la cultura y el ocio sin perder ni un ápice de la personalidad que le caracteriza. «Es un reflejo del espíritu de convivencia que se vive aquí, al igual que vecinos de distintas culturas se relacionan cada día en Lavapiés, C.A.L.L.E posibilita que mundos tan distintos como el de los comerciantes y el de los artistas se relacionen a través de este proyecto», añade Javier Vázquez.

El ambiente artístico del barrio recoge el legado de su cercanía con el Museo Reina Sofía y La Casa Encendida. La presencia del Centro Dramático Nacional, y Tabacalera, entro otros, consolidan Lavapiés como referente cultural con proyección internacional.