Uno de los roscones de almendras de la pastelería Nuno, en la calle Narváez
Uno de los roscones de almendras de la pastelería Nuno, en la calle Narváez - abc

Roscones con sabor a Cuento de Navidad

El maestro José Fernández se ha propuesto redescubrir el relato de Dickens a través de los tradicionales dulces

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Muchos recuerdan el popular «Cuento de Navidad» escrito por Charles Dickens, pero nadie podía decir a lo que sabía hasta este año, cuando un maestro pastelero se ha propuesto redescubrir el relato a través de tres pares de roscones: los de las navidades pasadas, presentes y futuras.

Esta particular versión gastronómica de la historia en la que un hombre recibe la visita de tres espíritus navideños que le hacen retroceder a la infancia, observar su presente y advertir su futuro ha corrido a cargo del maestro José Fernández, quien estos días no da abasto en la madrileña pastelería Nunos, que luce roscones de reyes allá donde mires.

«Hemos hecho nuestra interpretación del Cuento de Navidad con lo que para nosotros son los roscones del pasado, del presente y del futuro», ha indicado el propio Fernández en medio del habitual trasiego que viven los obradores pasteleros en estas señaladas fechas.

El roscón de muselina de mantequilla con almendras y el de mermelada de frambuesa con baño Sacher de cacao encarnan el espíritu de las navidades pasadas, ya que están elaborados al estilo de los que degustaron nuestros abuelos en su infancia, como explica el propio Fernández. «Antes los roscones no se rellenaban con ningún tipo de nata, sino que se hacían con diferentes cremas de mantequilla», ha señalado refiriéndose a sus dos primeras creaciones, realizadas al estilo más tradicional.

La alternativa para esta Navidad la representan el roscón con crema de praliné de avellana y chocolate blanco a la vainilla y el roscón de té verde matcha y crema de yuzu, dos dulces que beben de las nuevas tendencias gastronómicas. Contra todo pronóstico, el primero de ellos lleva el relleno por fuera, mientras que el segundo se ha ideado, según confiesa Fernández, al estilo japonés «que ahora está muy de moda».

Y quizá los roscones más espectaculares sean los que se comerán nuestros nietos en el futuro, como son el de gelatina de frutos rojos y chocolate con leche o el de nata tostada, que tendrá la particularidad de ser cuadrado y al que se le podrán inyectar dosis de chocolate a la taza para hacerlo más apetecible si cabe. «A este le hemos puesto varias pipetas con chocolate para que cada uno lo dosifique a su gusto dentro del roscón, puesto que siempre se toma con chocolate a la taza», ha especificado el maestro pastelero.

Del mismo modo, reconoce que idear todas estas obras no ha sido una tarea fácil, sino que ha tenido que «darle muchas vueltas y hacer muchas pruebas» para conseguir un postre más divertido para las comidas familiares de estos días.

12.000 roscones de reyes

Sin embargo tampoco faltan los roscones tradicionales, con su habitual figurita escondida y de los que en estos días esperan hacer una cifra similar a la del año pasado, cuando elaboraron «12.000 roscones entre el día 2 y el 6 de enero», como ha confesado Fernández.

Entre ellos hay roscones de todos los pesos y tamaños, desde los más pequeños que lucen en los expositores hasta dos enormes, de cuatro kilos cada uno que el maestro pastelero y sus ayudantes estaban horneando en el concurrido obrador. «Estos días tenemos tres turnos y estamos siempre haciendo roscones», ha resaltado Fernández quien no ha perdido ni un segundo en volver al obrador para ponerse manos a la obra con el fin de que nadie se quede sin su roscón el día de Reyes.

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