Carmona quiere una oficina antifraude y Carmena sólo un observatorio

Antonio Miguel Carmona (PSM), la llave de gobierno de Manuela Carmena en Madrid, está manteniendo reuniones esta semana con todos los partidos que han obtenido representación en el Ayuntamiento de la capital (Ahora Madrid, PP y Ciudadanos) para explicar cuáles son sus «líneas rojas». La lucha contra la corrupción es una de sus «principales líneas de actuación» y, en estos términos, el pasado martes Carmona y Carmona tuvieron un encuentro para hablar sobre el futuro de la ciudad. El cabeza de lista socialista instó a la que previsiblemente será la nueva alcaldesa a crear una oficina antifraude, tal y como recoge su programa. Sobre este proyecto han de llegar a un acuerdo, ya que es mucho más comprometido que el que plantea la exjueza.

Ahora Madrid sólo habla de la c reación de un observatorio ciudadano de la corrupción para seguir y evaluar la gestión pública.

La oficina antifraude de Carmona, sin embargo, estaría presidida por un magistrado o magistrada en excedencia de reconocido prestigio, no afiliado a ninguna organización política y que ejercerá el cargo con independencia y objetividad, previéndose un mandato no superior a ocho años improrrogables. Entre sus competencias estará prevenir e investigar posibles casos de uso ilegal de fondos públicos y de aprovechamiento privado de informaciones derivadas de las funciones del personal del Consistorio. Según informó el PSOE ayer en un comunicado, durante los próximos días presentará «toda una batería de medidas en favor de los madrileños que deberán aceptar las candidatas que aspiren a recibir el apoyo de los socialistas para su investidura».