Los empresarios piden a los candidatos la privatización de Metro y de la EMT

Es una vieja demanda del sector privado, que ahora los empresarios madrileños han sacado del cajón, conscientes de que el periodo electoral es el momento propicio para las peticiones. La Confederación madrileña Ceim ha trasladado por escrito un documento a los candidatos de PSOE, Ciudadanos y UPyD –al PPse lo entragará en una próxima reunión– en el que recogen, entre 25 propuestas, la de «externalizar la gestión de todas las empresas de transporte público de viajeros».

Reclaman para el negocio privado una tarta de unos 1.370 millones de viajeros al año entre el metro, el autobús, el tren ligero y Cercanías-Renfe. Algunos de los servicios, como los autobuses interurbanos y el metro ligero, ya se rigen por convenios con operadoras privadas, a las que el Consorcio de Transportes madrileño abona un pago anual, «tarifa de equilibrio», por los servicios prestados.

La Patronal madrileña considera que una gestión privada del transporte, en especial de toda la red de Metro y de la empresa municipal de autobuses urbanos (EMT) permitiría una mayor eficiencia y un menor impacto para las arcas públicas. «Me atrevo a garantizar un 15 por ciento de ahorro ecomómico», asegura Rafael Barbadillo, presidente de la Comisión de Transporte y Movilidad de Ceim. Su propuesta cobra cierta fuerza –que no predicamento entre las fuerzas políticas– en un momento de severo ajuste presupuestario y cuando la EMT acaba de cerrar su primer ejercicio deficitario de la historia (22 millones de deuda). Metro cerró 2014 con un agujero acumulado de 540 millones tras la enorme inversión de legislaturas pasadas.

Gasto de personal

El presupuesto público para Metro y el autobús urbano de Madrid ascendió el año pasado a 2.300 millones y 540 millones, respectivamente. Con unas plantillas de, en cada caso, 6.700 y 9.000 trabajadores, es la partida destinada a los gastos de personal la más cuantiosa. En el caso de la EMT supone hasta el 70% del gasto total, mientras que Metro destina un tercio de la inversión a sus trabajadores.

Barbadillo asegura que «existen ejemplos probados de éxito» en la externalización de la gestión de las líneas urbanas de metro y autobús mediante concesiones a operadores privados (a un plazo máximo legal de diez años). Un modelo que, asegura, permite optimizar la calidad del servicio respetando las condiciones que fija la Administración, tanto en frecuencia de paso, tarifas «sociales»... Y cita como espejo ciudades como Zaragoza, Toledo, Vigo, Cáceres o Badajoz, urbes con mucha menor población y extensión que Madrid. Aunque también habla de capitales como Londres o Tokio. «Si comparas el coste por kilómetro del autobús interurbano en Madrid con el servicio municipal, el ahorro económico es del 20 por ciento», sostiene el portavoz de Ceim, quien añade: «Vaya por delante que la gestión del servicio de transporte es deficitario».