Políticos que «mudan de piel»: el 24-M alienta el transfuguismo

Una treintena de diputados, alcaldes y concejales, sobre todo del PP, se han pasado a otro partido para seguir en un cargo público tras las elecciones

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El tablero político nacional se ha visto alborotado en el último año por la irrupción de dos nuevas ofertas electorales, Ciudadanos y Podemos, que han puesto en jaque las mayorías compactas en las instituciones y han impulsado el mayor trasvase de candidatos en época preelectoral conocido en España. Opciones que avanzan fuerte en las encuestas abrazadas a la bandera de la «regeneración», bebiendo sobre todo del desencanto social frente a los casos de corrupción y oscurantismo que alejan a los viejos partidos de sus votantes... Y también de sus propios cargos políticos. ABC ha peinado las candidaturas que se presentarán el 24 de mayo en la Comunidad de Madrid, constatando que hay decenas de electos que han cambiado a última hora de barco, convencidos de que bajo otras siglas les irá mejor.

El profesor de Sociología de la Universidad Complutense Ignacio Urquizu observa una novedad en el fenómeno del transfuguismo de nuevo cuño. No penaliza tanto, asegura. Lo que antes se consideraba una «traición» desleal a las viejas siglas ahora es visto por muchos votantes como un intento honesto por evolucionar hacia algo mejor desde otras posiciones. «En este caso no tiene el mismo castigo social; por supuesto, nada que ver con el ‘tamayazo’», apunta este politólogo, en alusión a la traición de los dos diputados del PSOE Tamayo y Sáez, que abandonaron a los suyos en la votación de investidura de Rafael Simancas como presidente madrileño en 2003. Hubo que repetir las elecciones cinco meses después, con la consiguiente victoria de Esperanza Aguirre. Fue el mayor escándalo que se recuerda en la política madrileña.

«No pedimos pedigrí»

Pero esta vez no son puñaladas por la espalda, sino que los candidatos «mudan de piel» antes de ir a las urnas; de frente, ofreciendo cierto margen a sus partidos para reaccionar. Así, Ciudadanos ha incorporado en su lista a la Asamblea a excargos de PP, PSOE y UPyD. Y ha «tirado» de gente del PP para que encabece sus listas en municipios como San Sebastián de los Reyes, Las Rozas, Collado Villalba o Pozuelo de Alarcón.

Lejos de sentirlo como un hándicap, los de Albert Rivera aseguran que la suya es una suma plural de candidatos a los que no se les pide origen ni pedigrí. «Los partidos no deben ser cotos privados ni cerrados. Estamos encantados de sumar a gente de diversa procedencia, tenga o no un pasado político», resuelven desde la formación naranja, cuya afiliación crece de manera exponencial en Madrid.

También Podemos defiende su carácter «integrador», aunque sus fichajes más sonados vengan de una sola cantera: IU. «No pedimos el DNI», dicen en la formación de Pablo Iglesias.

Partidos independientes

En el mapa municipal madrileño hay además otra tendencia a la fuga desde los partidos tradicionales hacia agrupaciones independientes. Las razones son bien distintas, aunque se busca el refugio de las «marcas blancas», que a nivel local funcionan por la proximidad de los candidatos a sus votantes. Urquizu recuerda aquí que estas agrupaciones independientes de electores constituyen, de hecho, la tercera opción política en España. En 2011, los partidos locales cosecharon en total 1.674.000 votos (el 7,4%) y 4.700 concejales, más que CiU o IU.

La formación de Esperanza Aguirre es la que más sufre esta desbandada de candidatos: en Navalcarnero, Robledo de Chavela, Velilla y Hoyo de Manzanares habrá listas alternativas lideradas por antiguos miembros del PP, alcaldes y ediles. Los cargos salientes consultados por este diario dicen rebelarse ante el «dedazo» de Génova —que no aceptó las listas propuestas por las agrupaciones locales e impuso otros candidatos—. También en Leganés y en Mejorada del Campo sus actuales alcaldes han «tarifado» con Génova, cuestionando la falta de «higiene democrática» en el proceso de designación de las candidaturas, aunque en ninguno de los casos liderarán listas alternativas.

En el PP prefieren no opinar, aunque admiten que «cada uno decide dónde estar», sin hacer más análisis sobre las causas y consecuencias de la competencia sobrevenida. También en Ferraz reconocen que «poco o nada» se puede hacer en estas situaciones.

Ver los comentarios