Un mural de Madrid donde se esconde el origen de la ciudad

Se encuentra en la plaza de Puerta Cerrada. Muchos madrileños pasan por esta zona sin conocer realmente lo que significa

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Seguro que han pasado muchas veces por la plaza de Puerta Cerrada y han observado los murales que allí se lucen desde 1983, cuando Alberto Corazón los diseñó por iniciativa del alcalde Enrique Tierno Galván para embellecer su aspecto.

Uno de ellos está compuesto por una enorme piedra sumergida en parte por el agua y es golpeada por un gran hierro, provocando chispas. Le acompaña la siguiente frase: «Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son».

Esta gran pintura se refiere al origen de la ciudad de Madrid y se refleja en el primer emblema que tuvo la ciudad en el siglo XII, según el escritor, humanista y cronista de la villa Juan López de Hoyos. En aquel escudo también aparecía un pedernal, hierro, chispas y agua, además del mismo lema en latín: «Sic gloria labore».

La frase es una alusión al nacimiento de Madrid. Cuando surgió la ciudad, Madrid era una población rica en aguas subterráneas y arroyos, como actualmente, que está plagada de acuíferos en su subsuelo. Estaba rodeada de montes y bosques que garantizaban la caza y el suministro de leña. La piedra se refiere a la primera muralla de Madrid con la que se construyó la muralla árabe (se puede contemplar un trozo en la Cuesta de la Vega). Las chispas se cree que representan los ataques a la muralla que recibía la ciudad, provocándolas con la colisión

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