El hombre atacado por los «pitbull» en Torrelaguna comienza a recuperarse

El hombre que ayer fue atacado por tres perros, dos de ellos «pitbull», en la localicad madrileña de Torrelaguna, evoluciona favorablemente en el Hospital de La Paz, según ha informado el centro a Europa Press, después de ser operado esta noche para tratar las heridas que presentaba en la mandíbula, en el cuero cabelludo y en la rodilla derecha.

Según un amigo cercano, la víctima, llamada J.M.V. y de 48 años de edad, «se emocionó ayer cuando vio a la gente que estaba con él en el hospital» y hoy, en cambio, «está sedado y despistado». Disfruta de la compañía de su pareja y de sus allegados durante la «media hora diaria en la que le pueden ver».

El alcalde de Torrelaguna, Óscar Jiménez, ha explicado que la víctima trabajaba como conserje en el ayuntamiento del pueblo desde 1990.

En un accidente anterior había perdido el brazo izquierdo, lo que podría haberle dificultado una posible defensa.

«Está mejor de lo que me esperaba. Ha pasado una noche tranquila a pesar de los dolores, y ayer estaba enfadado por lo sucedido», ha declarado el edil.

Según ha añadido, la víctima solía pasear todas las tardes por una zona por la que hoy mismo era posible ver a vecinos caminando, incluso con carritos de bebé.

El ataque

El ataque se produjo ayer sobre las 16.45 de la tarde, cuando tres perros que estaban en una parcela cercana se abalanzaron sobre la víctima. Según diversas fuentes, el dueño de los animales acudió en su ayuda y apartó a los perros hasta la llegada de la policía local, que fue la primera en atenderle.

El dueño de los perros fue detenido en un primer momento y luego puesto en libertad con la imputación de un delito de lesiones graves por imprudencia, (tipificadas en el artículo 152 del Código Penal), según fuentes policiales.

Según el Real Decreto 287/2002 del 22 de marzo, los perros de la raza «Pitbull Terrier» son considerados como potencialmente peligrosos, por lo que los dueños han de obtener una licencia y un seguro de responsabilidad civil para poseerlos. Además, estos animales tienen que llevar bozal, y deben ser conducidos con una correa de menos de dos metros de longitud, sin que pueda llevarse más de uno de estos perros por persona. En las fincas y otros lugares delimitados, deben estar atados para proteger a las personas o animales que accedan o se acerquen a estos lugares.