La prealerta por sequía sigue activa pese a las lluvias de los últimos días

Un verano más caluroso y seco de lo habitual ha dado paso en Galicia a varias jornadas de lluvia encadenadas en las que los paraguas son un complemento obligado a la hora de salir a la calle. Sin embargo, las precipitaciones de los últimos días no han sido suficientes para modificar esta tendencia estival y desactivar la prealerta por sequía que se mantiene activa en los embalses de la Comunidad desde hace más de un mes.

A la luz de los últimos datos actualizados sobre la ocupación de las reservas hídricas, la cifra conjunta de la Demarcación Hidrográfica Galicia Costa apunta a un descenso desde el 78 por ciento de ocupación registrado a finales de julio hasta el 75 por ciento de finales de agosto.

Más baja es aún la reserva de Miño-Sil, que está al 65,7 por ciento. En concreto — y atendiendo a las tablas del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente— la reserva de Galicia Costa cuenta a estas alturas del verano con 491 hectómetros cúbicos de agua de los 684 que puede contener. Por su parte, Miño-Sil ha embalsado 1.992 hectómetros cúbicos de los 3.030 que está preparado para asumir.

Con este panorama sobre la mesa, varios municipios gallegos se han visto obligados a restringir el consumo de agua a sus habitantes para evitar problemas futuros de abastecimiento. Es el caso de varios municipios de la Costa da Morte o de Barbanza, donde después de casi dos meses sin apenas precipitaciones han tenido que poner en marcha medidas para controlar el consumo de agua. En el caso de Muxía, por ejemplo, el Concello tuvo que echar mano de camiones cisterna para evitar problemas de abastecimiento en varias zonas en las que ya empezaban a registrarse incidencias. La misma situación se vive en otras localidades gallegas como son Boiro, Rianxo, Agolada, Carballo o Padrón, donde muchos vecinos dependen exclusivamente del agua de la traída.

Vilagarcía, al 22 por ciento

Por embalses, es del de Vilagarcía el que arroja un dato más preocupante, con un escueto 22 por ciento de ocupación. Sí superan el ecuador de su capacidad otras reservas como la de Baiona (con un 60,8 por ciento), Zamáns (con un 64,88 por ciento) o Caldas de Reis, dependiente del río Umia (con un 67,12 por ciento). Los que mejores cifras de agua mantienen son los embalses de Forcadas (al 85 por ciento de su capacidad), el de Eiras (al 75 por ciento) y el de Cecebre (al 72 por ciento).

Aunque el abastecimiento está garantizado, desde la Xunta inciden en la necesidad de hacer un consumo responsable del líquido tras la situación de empeoramiento de los indicadores registrada el pasado 14 de julio. La predicción para lo que queda de semana, que augura más lluvias en buena parte de la Comunidad, podría ayudar a remontar estos datos insuficientes.