Los exconcejales del PPdeG, durante el juicio
Los exconcejales del PPdeG, durante el juicio - m. muñiz
Absueltos

El calvario de los siete ediles

Algunos de ellos hablan para ABC de sus vivencias durante el proceso y sus impresiones tras quedar exculpados

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La absolución de los siete concejales de Santiago por el delito de prevaricación por el que habían sido condenados a nueve años de inhabilitación para ejercer un cargo público, unida al archivo de casos como el de la diputada popular Paula Prado esta misma semana, ponen sobre la mesa la imposibilidad de restituir el daño causado a la imagen de los políticos implicados en casos como estos una vez demostrada su inocencia. La denominada «pena de banquillo» pesa en la mayoría de ocasiones como una losa que algunos no consiguen levantar. De hecho, el antiguo titular de Tráfico y Seguridad ciudadana, Luis García Bello, todavía recuerda el inicio del juicio como el peor momento. «Después de la sentencia, al menos, ya sabes que todo ha acabado, y en cierto modo también es una liberación», señaló ayer a ABC.

Además, en este caso se produjo el agravante del escarnio público que supuso el recibimiento en la puerta de los juzgados de unos individuos disfrazados de personajes de la serie Pokemon, que daba nombre a la supuesta trama. «Aquel momento fue terrible, nos señalaban como corruptos y no lo podíamos entender», indicó.

Más de un día después de conocerse la sentencia, los sentimientos que predominan entre los exediles van desde la «satisfacción» al «alivio». La constante entre ellos es el convencimiento que guardaban sobre su inocencia ya que, a la luz de los informes que poseían, entendían que no habían obrado en ningún momento en contra a la ley votando a favor de asumir la defensa de Adrián Varela. «Sentíamos que la Justicia no nos podía estar haciendo esto» declaró a este periódico Amelia González, que llegó a ser alcaldesa en funciones durante un período vacacional de Gerardo Conde Roa, y que fue más allá subrayando que «si fuese hoy, lo volvería a hacer».

El entorno, clave

En los momentos difíciles la familia y amigos son el apoyo básico para enfrentarse a una situación como la que de los siete concejales compostelanos. Más si cabe para una persona joven como la titular de Bienestar Social, María Castelao, que apenas llegaba a la treintena cuando se produjo el juicio. «Tener a los tuyos a tu lado y que confíen en ti es lo más importante», señaló ayer a ABC. Otros como García Bello, con un hijo en edad universitaria, se preocupaban más de lo que pudiese sufrir su familia que él mismo, pero concluye que «si algo bueno tiene es que aprendes quienes son tus amigos de verdad». Uno de ellos fue el que dio al exedil la buena noticia, vía WhatsApp, antes incluso de recibir ninguna notificación oficial.

Muerte política

Una de las cuestiones cuya reparación resulta menos posible es la de devolver un puesto que se han visto obligados a abandonar y retomar una carrera política que podría haber tenido un mayor recorrido. A propósito del archivo de la causa de Paula Prado, el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, subrayó que consideraba que la diputada quedaba «rehabilitada» para cualquier cargo que le pudiese encomendar una dirección del partido a la que todo apunta que volverá. Pero no siempre es así. De hecho, tras un trago amargo como este muchos son los que por propia voluntad desechan la posibilidad de regresar a la arena política, mientras a otros ya se les considera «quemados» ante la opinión pública e incapaces de salir victoriosos de un proceso electoral por su pasado, incluso habiendo sido exculpados. Entre los siete exediles compostelanos alguno ya señala que se encuentra en el primer grupo y otros no descartan ninguna posibilidad, sobre todo ya se apunta a una posible petición de readmisión en el partido, del que tuvieron que darse de baja tras la sentencia.

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