La Xunta abaratará el suelo industrial a la mitad para relanzar el sector en seis años

Máquina y empleado altamente cualificado trabajando mano a mano, un diseño totalmente virtual, una cadena de valor íntegramente gallega, plazos de entrega más cortos que permitan poner en el mercado productos altamente eficientes y diferenciados... No son objetivos utópicos, sino realidades de las que se nutrirá, en un futuro muy cercano, la «Industria 4.0». Un término que, por su formulación matemática, se asemeja más a una película de ciencia-ficción que al día a día de cualquier empresa, pero una formulación matemática vital si éstas quieren competir en un mercado cada día más globalizado.

Con esta premisa nace la Agenda de Competitividad Industrial Gallega, una amplia hoja de ruta para los próximos seis años que pretende «modernizar, consolidar y ampliar» este sector en Galicia.

¿Cómo? Entre otras medidas, se abaratará a la mitad el precio del suelo industrial puesto en venta en la Comunidad. En concreto, se establecen tres tipos de rebaja: del 50% para los ubicados en Orense, Lugo, Costa da Morte, Ferrolterra y los limítrofes con Portugal y del 30% para el resto, salvo los de zonas urbanas, cuya reducción se quedará en el 15% y afectará a los polígonos de Mos, Ponte Candelas, Santiago y Morás. Mover el mercado de suelo industrial es una de las 60 medidas, articuladas en un total de cinco ejes de actuación, que dan forma a esta estrategia industrial.

Pero crear una «Industria 4.0», formada por «fábricas inteligentes», trasciende al cambio de mentalidad y de saber hacer. Se plasma en metas concretas y «ambiciosas» tales como crear 50.000 nuevos puestos de trabajo en el sector y conseguir que la actividad industrial represente el 20% del Producto Interior Bruto (PIB) gallego, es decir, 6,5 puntos más que ahora. Todo ello, en un horizonte concreto: 2020.

«Es la primera vez que se presenta un plan industrial con plazos», aseguró ayer en rueda de prensa tras el Consello Alberto Núñez Feijóo, quien presentó dicha Agenda junto al conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde. Ambos detallaron los pasos a seguir para incrementar el empleo y el peso de la industria gallega. En este sentido, no se trata de fiar el futuro a sectores ya asentados en Galicia como el naval, el textil o la automoción, que también, sino en potenciar otros como el aeronáutico o la biotecnología, detalló el conselleiro. «Buscamos un equilibro entre los sectores tradicionales y los emergentes», señaló previamente el presidente de la Xunta.

Ayudas para quien innove

El primero de los dos fue el encargado de concretar los cinco ejes clave. Además de rebajar el precio del suelo industrial, también se fomentará una mayor profesionalización de las organizaciones y mayor cualificación y formación de los trabajadores. Como tercer gran vértice se sitúa el crecimiento de las empresas, posible a través de varias líneas de financiación: ayudas orientadas a priorizar los proyectos dirigidos hacia el concepto de «fábrica inteligente», así como apoyos para impulsar empresas que ganen tamaño.

La innovación es otra pieza clave. Un nuevo programa financiará los mejores proyectos presentados en el marco de la «Industria 4.0». Y, como último eje, la internacionalización: toda la cadena de valor debe desarrollarse en Galicia, lo que no quiere decir que se deban descuidar los mercados exteriores. Al contrario. Porque la filosofía de esta nueva industria «reinventada» no es más que caminar hacia una Galicia «más competitiva y más exportadora en el mercado global». He ahí el eterno reto y, ahora, la estrategia.