¡Ya tenemos gobiernos!

Ya tenemos gobiernos. O desgobiernos según se mire. A falta de las Diputaciones de Valencia y Alicante, las administraciones locales y autonómica valencianas ya están marcha. Ha pasado poco más de un mes y a nivel informativo este cambio de color político en la Comunitat ha dado infinidad de titulares, y lo que nos queda por ver en esta legislatura.

Para empezar el pacto de gobierno de l'Eliana no duró ni dos desayunos. El PSPV gobierna en minoría y Compromís optó por salirse al no estar de acuerdo en el reparto del “pastel” de sueldos. Por otra parte, la alcaldesa de Sueca, Raquel Tamarit, de Compromís, consideró adecuado subirse el sueldo 6.000 euros y el anterior alcalde, del PSPV, se lo mantiene en 54.000.

Un buen botín con la intención de gobernar juntos. También a destacar la bronca del tripartito en la capital alicantina, donde los socios de gobierno, Guanyar y Compromís, tildaron de traidor al alcalde socialista, tras nombrar asesora a la mujer del ex senador Ángel Franco.

Al final, si vemos lo que pasa en otros gobiernos municipales como el de Madrid y Barcelona, donde se contratan a sobrinos, parejas, novias y novios; donde hay cargos públicos imputados que no dejan su puesto ni con salfumán después de haber dado lecciones de moralina política en todas las tertulias televisivas; llegando incluso a contratar de directora de comunicación en Barcelona a una activista del porno que se va “meando” por las calles literalmente, ves que aquí en la Comunitat son sólo reparto de sueldos y unos nombres “naif” para describir las consellerias de la Generalitat. El postureo de los gobiernos progres valencianos se acaba siempre en el bolsillo de cada uno.

A nivel autonómico, la elección de los consellers ha mostrado también sus fricciones. En las filas socialistas, David Cerdán, secretario general de los socialistas alicantinos, ya envió un recadito a Puig por no incluir a ningún miembro de la provincia en el reparto de carteras. Por su parte la “cooperativa” de Compromís dio una vuelta de tuerca más a esa bicefalia de poder y pasaron por alto las recomendaciones de Morera para elegir al Conseller de Educación. La guerra interna en el Bloc está servida. Y eso que el nuevo gobierno iba a tener consellerias “mestizas”. De momento lo dejamos para otro momento, ahora toca gobernar y cada conselleria que se la organice cada uno. Señores tengan ustedes una buena semana.