Vietto muestra el camino al Villarreal

Las rotaciones que planteó Marcelino le dieron al Villarreal para tener el balón, pero no para dar con la tecla para tumbar la resistencia del Eibar. Y cuando encontró grietas, le faltó eficacia. Tuvo que tirar de pesos pesados para que los tres puntos se quedasen en El Madrigal. Y fue Luciano Vietto, el eléctrico delantero argentino, quien con sólo dos minutos en el campo batió a un buen Irureta (en todo el partido, excepto en esa acción en el segundo tiempo) y permitió dibujar la victoria de los castellonenses ante un serio equipo, el de Garitano, que fue menos ambicioso respecto al botín en juego. El triunfo local refuerza su sexto puesto en tono continental, al tiempo que le deja a un punto del Sevilla.

Fiscalizó el Villarreal con porcentajes altísimos el balón en el primer tiempo. Conocido es el fútbol de los de Marcelino, que precisamente disfruta con el manejo, con el gobierno, con la posesión del esférico. Y no tuvo el Eibar reparos en El Madrigal de cederlo y atrincherarse con criterio a tiempo de que se pudiese afinar un buen contragolpe. Mayor comodidad, a priori, para los locales, que salieron con numerosas rotaciones con la vista puesta en la Liga de Europa (el jueves pasado derrotaron 2-1 al Salzburgo, al que devuelven el próximo día 26 la visita). Las piezas que utilizó Marcelino armaron bien su planteamiento ofensivo y plantearon problemas a Irureta.

La primera media hora se escribió en tono local, sin apuros para Asenjo, y con continuas llegadas, en varias oleadas, hacia el área del Eibar. Y cuando encontraron grietas en la poblada defensa planteada por Gaizka Garitano, tuvieron ocasiones claras, pero bien por Irureta, bien por la retaguardia se quedaron en posibilidades y no goles. Las oportunidades más claras las firmaron Moi Gómez y Gerard Moreno. Un par para cada uno. Pero sin premio. Superada la media hora, el brillo local se fue apagando. Perdió la chispa. Siguió mandando, pero sin empuje. Defendió bien el conjunto armero, que se estiró en el último tramo del primer tiempo y merodeó cerca de la portería de Asenjo.

Garitano ajustó su planteamiento en la reanudación. Y el movimiento táctico restó al fútbol ofensivo del Villarreal. Adelantó la línea de su sistema defensivo y ejerció presión en la zona ancha, en la sala de máquinas local. Se hizo más trabado el encuentro para los locales, mientras el Eibar, con su argumentario de fútbol directo, procuró dar algún susto a los de Marcelino. Estos tenían el balón, pero su propuesta en los últimos metros se diluía. Ataques inocuos. La mejor noticia para los castellonenses fue que Giovani dio signos de presencia, pues en el primer acto pasó sin mayor protagonismo.

Atascada la historia para las ambiciones locales, Marcelino sacó al campo tres de las referencias que se había dejado en el banquillo. Dio la vez a Musacchio, Cheryshev y Vietto. Con dos minutos en el verde, el delantero argentino le pegó un zarpazo al balón para acabar una jugada combinada del Villarreal y marcar, con la ayuda del propio Irureta, al que se le escapó el balón. El portero del Eibar se resarció al poco con una parada volando para despejar un chut de Moi Gómez y salvar el segundo. El cambio de planteamiento de Garitano, que sumó futbolistas al ataque, para arañar el empate fue tardío. Esta vez gestionó el resultado el Villarreal, cediendo el balón, pero sin que el gol de Vietto peligrase.