Imagen de Otamendi en el partido del pasado jueves ante el Rayo Vallecano
Imagen de Otamendi en el partido del pasado jueves ante el Rayo Vallecano - efe
DEPORTES

Otamendi: el nuevo jefe

El argentino y Shkodran Mustafi generan una pareja de centrales que camina hacia el respeto defensivo del Valencia

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Un signo inconfundible de la identidad del Valencia que funcionó, que logró éxitos o viajó en paralelo a los equipos más potentes de España o de Europa, fuese la época que fuese, se proyectó a través de su sistema defensivo. Existió equilibrio en el asunto goleador, pero siempre se mostró granítico cerca de su portero. Un buen engranaje y una guardia pretoriana respetada. En ello anda Nuno Espirito Santo; en edificar un bloque férreo, solvente, contundente de atrás a adelante. Por lo pronto, el triángulo que intenta cimentar el equilibrio defensivo cuenta con buenas piezas. Mustafi, Otamendi y Javi Fuego. Impensable prescindir en algún partido de uno de estos. Por los costados, Gayá crece –le resta camino, pero tiene buenas prestaciones–, mientras en el carril derecho Barragán se muestra irregular, Cancelo no convence y lo de Joao Pereira se instala en un estadio extradeportivo, encaminado a su próximo adiós a Mestalla.

Notable mezcla de prestaciones le ofrecen a Nuno sus centrales. Un «jefe» argentino, pasional, de carácter, rotundo siempre, de excelente colocación y poderoso en el juego aéreo como Nicolás Otamendi (Buenos Aires, Argentina 12 de febrero de 1988). El internacional lo ha jugado todo hasta la fecha. Los trece encuentros de Liga disputados por el Valencia y el partido copero ante el Rayo del pasado jueves. Catorce (1.260 minutos). El tipo no busca descanso. A sus 26 años se acerca a la madurez deportiva y tiene objetivos ambiciosos. No se arruga ante nada. Y quiere más.

La figura de Otamendi se alarga y, lógicamente, ya le siguen varios grandes. Pero para el proyecto supuestamente de recorrido de Peter Lim, piezas como el argentino son vitales. Un tipo de central que conoció Mestalla y que echaba en falta. De carácter, con capacidad de mando, fuerte, poderoso en lo aéreo, de los que sabe sacar el balón desde atrás, pero que no se complica si la situación no acompaña.

Y su pareja, ya ideal, es Shkodran Mustafi (Bad Hersfeld, Alemania, el 17 de abril de 1992). Una mezcla perfecta: la frialdad y temple del alemán con la pasión y la garra del argentino. Lesionado al llegar a Valencia, Mustafi necesitó un tiempo para coger el ritmo para entrar en el once. Lo alcanzó y Nuno le dio la vez. Vezo desapareció del once titular frente a un muro de Bad Hersfeld, de excelente colocación y anticipación, riguroso en lo táctico y mayúsculo en lo aéreo. Existen antecedentes de jugadores que se diluyen. Si no ocurre con estos, el Valencia tiene una excelente pareja de centrales con mucho recorrido.

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