Sandra Paños posa guardando la meta en las instalaciones del polideportivo de Nazaret, de la Fundación Deportiva Municipal
Sandra Paños posa guardando la meta en las instalaciones del polideportivo de Nazaret, de la Fundación Deportiva Municipal - ROBER SOLSONA
DEPORTE FEMENINO

Sandra Paños: Talento de guantes blancos

La alicantina Sandra Paños salvaguarda la portería del Levante y sueña con poder estar con la Selección absoluta en el próximo Mundial de Canadá

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Agarra los guantes en todo momento. Son parte esencial de sus herramientas de trabajo. Con ellos toca el fútbol, que es lo que retumba pasionalmente en sus adentros. Progresar siempre. Querer crecer hacia los objetivos de su equipo y los propios. Lo suyo es salvaguardar la portería, la del Levante Femenino. Ágil, elástica, veloz, sobria... se muestra en cada segundo que pasa en un entrenamiento o en un partido. Su recorrido está bien cimentado y se acerca mayúscula hacia la primera ocasión en la que España disputará un Mundial de fútbol femenino. Lo que es y lo que quiere ser Sandra Paños García-Villamil (Alicante, 4/11/1992), lo cuenta con total transparencia con las palabras y una mirada con un verde brillante.

Obvio que desea estar en el campeonato del mundo de Canadá, pero por lo pronto se exprime para ofrecer lo mejor de sí misma en las filas azulgranas, a las que llegó ya hace cinco temporadas. La alicantina, un valor del fútbol nacional, sigue dando pasos hacia sus ensoñaciones.

Su madre fue atleta y su padre y su hermano futbolistas. El marco en el que se crío estaba impregnado de deporte en sí; de fútbol en particular. «Empecé desde pequeñita a practicar todo tipo de deporte. En el colegio, hice judo y comencé en el fútbol siete. Con el tiempo pasé al fútbol sala e incluso probé con el tenis. Pero si algo me llamaba la atención era el fútbol. Hasta los once o doce años estuve jugando con mis amigos, pero hubo un momento en el que tuve que pasarme al fútbol femenino», recuerda Sandra.

«El momento de separarme de ellos fue duro. Habíamos jugado siempre juntos, pero hubo un momento en el que las diferencias se notaban, aunque al principio no lo entendía. Me debía cambiar en otro vestuario o venir cambiada si no había disposición de otras casetas. El caso es que hice lo que quería, que fue llegar hasta el límite con ellos para poder conseguir lo que fuera. Me apreciaban mucho, me valoraban mucho», explica la alicantina, siendo esos momentos los previos a fichar por el Sporting Plaza de Argel, donde pasó los siguientes años.

Con quince años ya entraba en las convocatorias de la selección española sub’17. Crecía con su equipo y entraba habitualmente con el combinado autonómico -logró tres subcampeonatos de España consecutivos- y el nacional: «Veía a mis compañeras que jugaban en Primera división y pensaba que si estaba jugando con la selección y desde un equipo más pequeñito, pues podía y quería llegar a lo máximo, quería llegar a jugar en Primera y, por qué no, ir con la absoluta».

Fue el Levante el equipo que apostó por ella. Sandra, a poco de terminar segundo de Bachillerato, recibió la llamada azulgrana. «Estaba orgullosa y dispuesta, pero quería acabar esa parte de mis estudios y tener el selectivo antes de cambiar de ciudad. Me ofrecieron la oportunidad de ir a entrenar dos días a la semana y a los partidos el primer año. Seguí en Alicante. Fue duro. Pero quien algo quiere algo le cuesta», dice.

Sandra está totalmente empapada por la idiosincrasia de un club que «apostó por mí desde un principio, que me está cuidando, que me está dando todo… y al que le tengo mucho cariño por todo lo que me ha dado». La portera titular levantinista cumplió aquel sueño de jugar en Primera y con el trabajo individual y de grupo se acerca a otro objetivo. Por el momento, está siendo una de las habituales en las convocatorias de la Selección española absoluta, que el próximo junio jugará el Mundial de Canadá.

«El seleccionador va a estar barajando entre unas 30 jugadoras. Por ahora, estoy contenta por el hecho de que estoy entrenando con la Selección. ¿Qué pasa? Que de aquí a junio puede pasar de todo. Tengo la posibilidad de ir, depende en parte de mí, y tengo que dar lo mejor de mí y, por tanto, trabajar día a día con mi club. En el Levante buscamos mejorar lo hecho en años anteriores. Luego, veremos si hay recompensa», reflexiona la portera, al tiempo que desea que la sombra de las lesiones se aleje del Levante.

La alicantina, estudiante de INEF, subraya respecto a la estructura del fútbol femenino que «ha habido un avance importante, pero va poco a poco. Debemos trabajar por lo que consiguieron para nuestro deporte compañeras que ya no están en activo y buscar mejorar las cosas para las niñas que empiezan. Lo ideal sería poder dedicarnos con la mayor exclusividad posible mientras estamos en activo. Ahora, pues debemos trabajar o estudiar, y la formación es algo que para mí es muy importante, al tiempo que entrenamos y competimos».

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