Historia y espectáculo, claves del Cronicón

El equilibrio entre la fidelidad a la historia y el espectáculo son las claves que han llevado al Cronicón de Oña a sobrevivir cerca de treinta años y tener casi asegurado su futuro, mientras otras recreaciones históricas han ido desapareciendo. Una parte de ese éxito repetido cada año, con el cartel de «no hay entradas», se debe a la colaboración de los vecinos de esta localidad burgalesa. Doscientos de ellos colaboran en todas las tareas necesarias, aunque sólo la mitad se sube al escenario.

La historia también es un atractivo. No se trata del estudio frío de los datos, sino de «casi un culebrón», con intrigas y juegos de poder que relacionan el nacimiento del monasterio de San Salvador de Oña con el del Condado de Castilla y su conversión en el Reino de Castilla.

Berta Tricio, la coordinadora del Cronicón, considera que es «apasionante» y cree que seguirá representándose durante décadas. Ya se ha cambiado al protagonista principal, Sancho García; a la abadesa del monasterio y a los reyes, y las funciones mantienen su atractivo. Explica que los actores apenas varían y únicamente se retiran por enfermedad, edad o cuestiones de importancia. Cada vez que ocurre, se organiza un casting para elegir sustituto, aunque nunca hay problema, porque «hay niños que han visto el Cronicón desde pequeños y están deseando participar».

El Cronicón de Oña, una de las recreaciones históricas más veteranas de España, que llega a su vigésimo octava edición con la declaración de Interés Turístico Regional, cambia de director, que a partir de ahora será el riojano Perfecto Uriel, y como consecuencia modifica varios aspectos de la puesta en escena que ofrecerán una plástica ligeramente distinta a la de años anteriores.

Poco antes de la primera representación de este año, ayer por la noche, Tricio consideraba que estos cambios son «necesarios» para mantener viva la ilusión de los actores, todos ellos voluntarios, y volver atraer al público para repetir el lleno total que es necesario para completar el presupuesto de más de 40.000 euros que tienen estas representaciones, que se repetirán diariamente hasta el 17 de agosto.

Nuevo director

La incorporación de Uriel, un director experto en recreaciones históricas que viene del mundo de la coreografía y la danza, ya se puede apreciar. También se ha modificado el vestuario, con nuevos trajes para las damas, que además son más que en ediciones anteriores, lo que permite completar las escenas con distintas actrices y evitar los «dobletes» a que se vieron obligadas en algunas de las últimas ediciones.

Para Tricio, los espectadores agradecen la calidad, pero también la «emoción» de ver una recreación de la historia en el escenario donde sucedió y con sus protagonistas en panteones que están en la iglesia abadial y «se pueden tocar con la mano».