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Crowdfunding: cultura entre todos

La creación castellano y leonesa de proyectos con micromecenazgo moviliza en los tres últimos años más de 200.000 euros y a 5.500 mecenas

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Si hay algún sector que ha sufrido especialmente los rigores de la crisis económica ha sido el de las industrias culturales. La subida del IVA cultural al 21 por ciento y la extendida piratería hacen que editoriales, productoras y discográficas se piensen muy y mucho los proyectos a los que apoyar. Un panorama que ha hecho a muchos artistas y emprendedores culturales apostar por otras vías como la autogestión y jugárselo al denominado «crowdfunding». Es decir, buscar mecenas entre los amigos y familiares e intentar convencer a desconocidos de que su proyecto artístico merece la pena. ¿Las vías? Mover su idea a través de las redes sociales, el «boca a boca» de este mundo globalizado, y de plataformas específicas de micromecenazgo como Lánzanos o Verkami.

Según esta última pasarela, la creación castellano y leonesa movilizó entre los años 2011 y 2014 a 5.500 mecenas y recaudó un total de 209.000 euros. Así, en ese periodo -es el que lleva esta plataforma en marcha-, 50 proyectos fueron financiados con éxito. Es más, sólo el año pasado de las 36 iniciativas publicadas de la Comunidad, 29 concluyeron con éxito, el 80,6 por ciento, «un porcentaje muy elevado», según Jonás Sala, cofundador y administrador de Verkami. Esto supone, además, que el «crowdfunding» creció en Castilla y León más de un 200 por ciento respecto a 2013, cuando hubo 14 proyectos «exitosos». Tres fueron los que más recaudaron: el juego de rol Akuma, del zamorano Luis Miguel Peral; la Edición Chica de serie B, del burgalés Iván Sarnago; y el espacio cultural La Malhablada, de tres socias salmantinas: Gloria Hernández, Sonia Díez y Paz Pedraza.

Algunos recurrieron a esta fórmula de financiación después de llamar a muchas puertas. Otros, partiendo de un concurso, como les ocurrió al autor del librojuego «Tiempo para la verdad», Samuel San José, y al guionista y la ilustradora del cómic «La playa. Las casualidades no existen», Roberto Antoraz y Cristina Bueno, que participaron en el certamen «Línea sinuosa», de Libros.com. «Hubo que presentar un guión de cuatro páginas a partir del cual el jurado valoraba y grabar un vídeo para moverlo por las redes sociales explicando de qué iba la historia y por qué tenían que financiarla unos mecenas», explica Roberto. Finalmente la aventura tuvo un final feliz y la copia digital de la obra llegará este próximo lunes a sus patrocinadores. Pero al micromecenazgo no acuden únicamente nuevos creadores. Prueba de ello es que a él recurrió hasta el mismísimo Martín Scorsese con «Life Itself». «En Estados Unidos existe lo que se llama Business Angels, que es como un ‘crowdfunding’ a gran escala, donde la gente puede poner capital para un gran proyecto empresarial», recuerda el zamorano Luis Miguel Peral, autor de «Akuma». Precisamente desde ese país acaba de desembarcar en España la plataforma Kickstarter, con la que proyectos españoles podrán buscar mecenas en Estados Unidos y otros países anglosajones, y así abrirse mercado.

Teatro

Gloria Hernández (La Malhablada, Salamanca):

«La gente busca ahora estos proyectos que salen con el apoyo de todos»

Hace un año que La Malhablada abrió sus puertas en Salamanca gracias al empeño e iniciativa de tres emprendedoras: Gloria Hernández, Sonia Díez Santos y Paz Pedraza, que echaban de menos en la ciudad del Tormes este tipo de iniciativas culturales alternativas. Ahora, con el lleno prácticamente asegurado -este espacio de microteatro recibe una media de entre 500 y 600 personas durante el fin de semana- apenas se acuerdan de los primeros quebraderos de cabeza. ¿Acudir o no al «crowdfunding»? «No lo teníamos demasiado claro. Cada socia íbamos a hacer una aportación, pero al meternos en el proyecto vimos que nos iba a costar más de lo que en principio pensábamos». La inversión fue destinada a la rehabilitación del edificio que hoy es sede de La Malhablada, una «joya» arquitectónica de 1908, entonces abandonada, con la que se encontró casi de casualidad una de las socias -tanto Díaz como Pedraza son arquitectas, mientras Gloria procede del ámbito de la escenografía- . Pidieron 8.500 euros y consiguieron mil más, siendo uno de los tres proyectos de la Comunidad que más recaudó a través de Verkami entre 2011 y 2014. No obstante, Gloria insiste: «No enfocamos el ‘crowdfunding’ sólo como una vía de financiación, sino como la reunión de una comunidad en busca de un objetivo común. Tuvimos muchas aportaciones pequeñas y eso fue lo maravilloso del proyecto», sostiene Gloria, para quien esta fórmula de financiación sirvió también para medir la «capacidad» que iba a tener el negocio. «Creo que este tipo de iniciativas es lo que va buscando ahora la gente y por eso estamos teniendo la suerte de que funcione bien». Para darse a conocer recurrieron a las redes sociales, «hubo un gran porcentaje de gente de nuestro entorno, pero también mecenas que no conocíamos de nada». Hoy, La Malhablada es un espacio referente en Salamanca para mostrar propuestas artísticas contemporáneas, ya que además de microteatro acoge exposiciones, lecturas poéticas, presentaciones de libro: «Queremos que la gente disponga de ella».

Cine

Roberto Lázaro (director de Sanfelices):

«Sólo recurrimos al micromecenazgo al principio para poder hacer ciertas inversiones»

«Recurrimos al ‘crowdfunding’ al inicio del proyecto para poder hacer ciertas inversiones y tener un recorrido más fácil. Era una forma también de comprometernos con la gente que conocemos», explica el cineasta soriano Roberto Lázaro, aunque insiste en dejar claro que no es la principal vía de financiación de «Sanfelices», el proyecto que actualmente rueda -el Hospital Río Hortega de Valladolid fue ayer su último escenario de rodaje-, junto a un grupo de exalumnos del ciclo de Imagen del IES Pradolongo (Madrid). La película cuenta con 250.000 euros de presupuesto. «Los proyectos culturales asociados al micromecenazgo suelen ser producciones más pequeñas en cuanto a costes y finalidades temporales. Llevamos dos años y estamos en la mitad del presupuesto», sostiene Lázaro, para quien «Sanfelices» no es una película «sencilla», pese a ser de corte independiente. «Tenemos hasta 32 localidades: Soria, Madrid y Valladolid en esta última fase». Ahora el rodaje de este largometraje en el que se dan la mano cine y educación está a punto de concluir. La intención del equipo es tenerlo en agosto: «Nos gustaría que se viera en Seminci».

Literatura y juegos de estrategia

Luis Miguel Peral (coautor de Akuma, juego de rol):

«Si has metido la pata en algo, el público no va a responder»

«Cuando contactas con una editorial pueden ocurrirte tres cosas: que cumplan inmediatamente, que te digan que les interesa y te guarden el proyecto hasta que decidan sacarlo o que, directamente, no les interese». A Luis Miguel Peral y su socio, Juan Luis Marqués, les ocurrió lo segundo con la iniciativa que estaban preparando, un juego de rol inspirado en estética manga, así que no se lo pensaron dos veces y decidieron recurrir a esta forma de mecenazgo para crear su propia editorial: Akuma Estudio. Trabajan con ilustradores orientales, «y con ellos, no ocurre como en España, si das tu palabra de que va a salir en tal fecha, tienes que cumplirla», sostiene Luis Miguel Peral. Barajaron varias plataformas y optaron por Verkami «porque la mayor parte del público al que le interesaba mecenar nuestro proyecto está en esta plataforma». Finamente el juego de rol ideado por estos zamoranos fue el proyecto de Castilla y León que más recaudó en la citada pasarela entre 2011 y 2014, más de 12.000 euros, el doble de lo que inicialmente pedían. Aún es más, tal ha sido el éxito, que «Akuma» ya tiene licencia para salir en Francia y, además, Luis Miguel Peral y su socio están trabajando con editoriales tanto de Inglaterra como de Alemania para abrir mercado. Por ello, transcurrido ya tiempo desde que pusiera marcha su proyecto este zamorano insiste que el «crowdfunding» no les ha servido únicamente para financiar su sueño: «El micromecenazgo lo que te da principalmente es difusión». También una idea de cómo va a funcionar. «Tiene una ventaja muy interesante -añade-, ya que quien va a juzgar si un disco o un libro sale va a ser el público final. Si has metido la pata en algo, no va a responder». Con el juego de rol ya en las librerías especializadas y grandes almacenes, y mecenas por medio mundo - «hemos tenido a gente en Sudamérica, Francia e Inglaterra, aunque sobre todo de España»-, estos emprendedores culturales ya trabajan en una línea de novelas y un juego de mesa.

Samuel San José: «Es un estudio de mercado brutal. Si no tiene calidad, no saldrá»

«Todo comenzó porque nos enteramos de un concurso de creación de librojuegos», recuerda Samuel San José, periodista y autor de «Tiempo para la verdad». Aunque al principio ni se lo planteó, según avanzaba el libro comenzó a pensar en la autoedición a través de su propia agencia de comunicación, Suseya, desde entonces también editorial. Fue entonces cuando comenzó a darle vueltas al tema del micromecenazgo. Se decidieron por la plataforma Lánzanos, «una de las pocas que te deja variar el tiempo de campaña -en Verkami son únicamente 40 días-». «La primera semana tuvimos un empujón bastante bueno, llegamos al 50 por ciento; el resto fue un goteo más lento y, al final, la gente rezagada». Sacaron 300 euros más de lo que pedían. San José valora como muy positiva la experiencia. Tal es así, que Suseya Editorial ha sacado ya otro libro gracias al micromecenazgo y «estamos trabajando en líneas juveniles y educativas». A juicio del autor, el «crowdfunding» «es un estudio de mercado brutal. Si un proyecto no tiene la calidad necesaria, no va a salir».

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