Berdigh intenta zafarse de tres rivales
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El Valladolid da un puñetazo encima de la mesa y ya es líder

Mojica y Jeffren hicieron los goles de la victoria pucelana ante un Girona que vendió cara la derrota

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Después de varias jornadas con opciones y tras tener que disputar uno de los partidos más complicados de la temporada, el Real Valladolid alcanzó el liderato de Segunda división. Y lo hizo después de derrotar (2-1) al hasta hoy primer clasificado, el Girona, en un duelo muy disputado en el que los catalanes mostraron porqué, hasta hoy, eran los mejores clasificados en la categoría.

De hecho, los catalanes salieron al campo con ganas de mostrar sus señas de identidad y dejar claro al Valladolid que si querían los tres puntos tendrían que pelearlos. Y mucho. Porque en el inicio del duelo, los pucelanos eran incapaces de parar las acometidas del equipo de Pablo Machín. No tanto por generar ocasiones de gol, pero si a la hora de generar un cierto descontrol en las líneas locales.

Incluso después de que Becerra detuviera un penalti más que dudoso señalado al propio portero sobre Bergdich y que lanzó Oscar Díaz, los catalanes respondieron de inmediato con un fuerte disparo de Cifuentes al que tuvo que responder Javi Varas con una gran intervención.

Fue la ocasión más clara de los visitantes pero que sirvió para que el Valladolid reaccionara. André Leao y Sastre comenzaron a hacerse fuertes en el centro del campo y con la ayuda desde las bandas de Bergdich y Mojica, sobre todo del colombiano, el control del partido cambió de lado.

Tanto que Mojica, después de una gran jugada por la banda izquierda, se internó en el área rival, se hizo hueco y, casi sin ángulo, enganchó un fuerte disparo que se coló en la portería del Girona. Un golazo con el que dejó muy noqueado a los rojiblancos que, hasta el descanso, bastante tuvieron con detener las acometidas castellanas.

Pero después del tiempo de refresco, el Giron salió mejor plantado y mucho más ordenado. De hecho, el primer cuarto de hora los pupilos de «Rubi» eran casi incapaces de atravesar el centro del campo y solo la falta de puntería de Sandaza y Felipe impidieron que llegara el empate.

Con el Valladolid a merced de su rival, Rubi movió el banquillo. Metió a Jeffren y Timor y sacó a Bergdich y Oscar Díaz apostando de nuevo por el trivote en el centro del campo. Una solución que siempre le ha funcionado para desactivar a sus rivales y que de nuevo le dio resultado.

Más cuando el Girona adelantó líneas y dejó más espacios. Tantos que en una de las muchas llegadas castellanas Jeffren, que ya había estrellado un remate contra la madera, controló un perfecto pase de Óscar para rematar y hacer el 2-0. Un resultado que parecía definitivo pero que estrecho Juncá con un fuerte lanzamiento que se coló en la portería de Varas y que sirvió para dar algo de emoción al final del partido.

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