Deja que roben medio millón de euros a sus padres para saldar una deuda por drogas

Miguel Ángel R. P. facilitó el asalto a la vivienda de sus padres, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria, para saldar una deuda de drogas que ascendía a 7.000 euros, un hecho que confesó al comprobar que los tres varones con los que planeó el asalto (Manuel P., Nahum D. y Juan Jesús R. O.) usaron la violencia contra sus progenitores y se llevaron 480.782 euros entre dinero y joyas.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha condenado a cinco años de prisión a los tres asaltantes por un delito de robo con violencia en casa, mientras absolvió al hijo de la responsabilidad criminal aunque con imposición de libertad vigilada por tiempo no superior a cinco años con la obligación de participar en programas formativos o laborales y obligación de seguir tratamiento médico externo.

Del mismo modo, los cuatro hombres tendrán que pagar conjunta y solidariamente a los perjudicados (los padres de Miguel Ángel) la cantidad de 313,4 euros por las lesiones causadas a cada uno de ellos, 154.100 euros por el metálico no recuperado y 280.782 euros por los efectos sustraídos y no recuperados.

Según la sentencia emitida por el TSJC, el hijo, consumidor habitual de sustancias estupefacientes, contrajo una deuda de 3.000 euros con Juan Jesús R. O. y de 4.000 euros con Nahum D. Para abonar dicho dinero, Miguel Ángel emitió un cheque por valor de 3.000 euros. Cuando Estefanía S. G., pareja de Juan Jesús R. O. fue a cobrarlo, el banco se negó a pagar el importe.

El plan

Fue en ese momento cuando el hijo de los asaltados, junto a los otros tres varones, planeó entrar en la casa para apropiarse de las joyas, relojes y dinero que guardaban los padres de Miguel Ángel en dos cajas de seguridad, facilitando éste además los planos de la vivienda y el lugar donde se encontraban las cajas. Así, cuando los padres de Miguel Ángel se encontraban durmiendo y con él en la casa, Manuel P., Nahum D. y Juan Jesús R. O. accedieron a la misma por la ventana de su habitación con los rostros tapados.

Una vez en el interior, los tres se dirigieron al dormitorio de los padres de Miguel Ángel y los maniataron de pies y manos, a la vez que les taparon la boca con una cinta. Además, con ánimo de amedrentarlos, le colocaron a Miguel Ángel padre un objeto punzante en el cuello y le exigieron que les diera las claves de las cajas de seguridad. Cuando consiguieron abrir la primera caja de seguridad, y no habiendo encontrado el dinero que esperaban, Manuel, Nahum y Juan Jesús exigieron al padre las claves de la segunda caja de seguridad, volviendo nuevamente a amenazar a Miguel y a su mujer con un destornillador, golpeándolos y zarandeándolos a ambos en varias ocasiones cuando seguían tumbados en la cama amordazados.

Al manifestarle Miguel R. que las llaves se encontraban en su oficina, Miguel Ángel y Juan Jesús se dirigieron a la misma para volver después al domicilio, consiguiendo abrir la caja de seguridad y apoderándose así de numerosos relojes, joyas y dinero en efectivo, que introdujeron en una bolsa.

Libera a sus padres y confiesa

Sin embargo, Miguel Ángel liberó a sus padres y confesó los hechos ante los agentes de la autoridad.

Los efectos sustraídos ascienden a un total de aproximadamente 200.000 euros en dinero en efectivo y 280.782 euros en joyas y relojes.

A consecuencia de la agresión, Miguel padre sufrió lesiones como contusiones en la región lumbar y en región bicipital derecha, que sanaron tras una primera asistencia médica, sin tratamiento médico posterior y sin secuelas en 10 días no impeditivos; mientras que Virgina P. S., su mujer, sufrió lesiones consistentes en contusiones, erosión en región cervical izquierda, que sanaron tras una primera asistencia médica, sin tratamiento médico posterior y sin secuelas en 10 días no impeditivos.