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Augusto Hidalgo: Ius puniendi

El gobierno municipal capitalino se ha negado en redondo a bajar el 10 por ciento del IBI a todos los vecinos

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El sábado 31 de diciembre de 2011 salió publicado en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto Ley 20/2011 por el que se establecían, entre otros asuntos, la adaptación de medidas tributarias y financieras. De aquellas, las que son objeto de esta introducción son las relacionadas con el incremento legal de los tipos de gravamen del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) con efectos, tal como el texto legal recogía entonces y recordamos ahora, para los años 2014 y 2015 cuyos porcentajes de incremento del impuesto se aplicarían con arreglo a los dispuesto en el artículo 72 del Texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales.

Con mucho más esfuerzo que agrado fue cumplida esta ley por los distintos ayuntamientos de nuestro país que como único consuelo tenían que la medida estaba revestida de carácter temporal y que a finales del año 2015 perdería su vigencia con lo que, el esfuerzo que se les pedía a todos los vecinos de los más de ocho mil municipios de España, podría por fin ser devuelto en forma de una bajada general del IBI a comienzos de año 2016.

¡Pues no! No va a pasar así en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria donde su alcalde, el socialista Augusto Hidalgo, una de las cabezas visibles del tripartito que conforma el conglomerado del gobierno municipal capitalino se ha negado en redondo a bajar el 10 por ciento del IBI a todos los vecinos. Obviamente, esto no lo entiende casi nadie puesto que, si bien fueron todos los laspalmeños —377.203 vecinos censados— los que tuvieron que soportar en su día la subida del impuesto ordenada por el mencionado Real Decreto, sin embargo en nuestra ciudad serán solo unos pocos —alrededor de 23.000 familias, indica el regidor— los que recibirán de su magna voluntad el beneplácito de la bajada de este tipo impositivo (entiéndanse por esta expresión cualquiera de las dos posibilidades).

La verdad es que a uno le cuesta imaginarse a alguien con dos dedos de frente tomando una medida tan ridícula como esta. Miren, para que cuadren los números del señor alcalde cada una de esas afortunadas familias debería estar formada por no menos de ¡dieciséis miembros y además estar repartidas por los barrios que él ha considerado como los beneficiarios de esta bajada del IBI! Al señor Hidalgo definitivamente le queda grande la responsabilidad de gobierno y una muestra más de ello es que, en lugar de mostrarse como el alcalde de todos y gobernar respetando un principio básico de la convivencia como es de la igualdad, ha preferido, inspirado por no se sabe muy bien qué prerrogativa, autoinvestirse del derecho a castigar (Ius poniendi) a un determinado número de vecinos.

Henchido de satisfacción, el señor Hidalgo declara además en los medios de comunicación que de esta forma viene a cumplir "uno de los compromisos electorales y del pacto de gobierno" suscrito en la corporación por el PSOE con Las Palmas Puede y Nueva Canarias. Una promesa que no tiene mérito alguno, pues se hizo en base a una norma que por su caducidad se iba a cumplir igualmente aunque no la hubiera comprometido electoralistamente.

Ante este injusto y discriminante trato del alcalde con los vecinos a los que supuestamente representa, la oposición en general se ha revelado contra esta descarada muestra de populismo, demagogia y trato discriminante. De forma más directa y con argumentos de peso pues ellos llevaban las cuentas en el mandato anterior, el Grupo Municipal de los Populares alza su voz para hacer público tamaño maltrato hacia los ciudadanos.

Según su portavoz, Juan José Cardona, el exconcejal de Hacienda Agustín Gutiérrez llevó a cabo una escrupulosa política de gasto mediante la cual no sólo pudo cumplir con las exigencias del techo impuesto por el Ministerio de Hacienda sino que además, parte del ahorro conseguido estaba destinado a la restitución de ese 10 por ciento mediante la bajada del IBI para todos los ciudadanos desde que, finalizado el año 2015, se venciera el periodo de incremento obligado por el ya mencionado texto legal.

Recuerde señor Hidalgo que cuando uno, capacitado para ello o no, asume la responsabilidad de gobernar ha de hacerlo para todos los ciudadanos por igual; propios y extraños, le hayan votado a uno, o no, vivan en una determinada zona de la ciudad o en otra. Si le queda un poco de dignidad, corrija la medida, utilice los consejos y las ayudas que se le ofrecieron desde el mismo día de su toma de posesión y, por favor, gobiernen y no sigan llenando nuestra preciosa ciudad de malintencionadas cortinas de humos que no distraen a nadie.

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