La Iglesuela del Cid (Teruel)
La Iglesuela del Cid (Teruel)
sociedad

El pueblo al que los ladrones llevan tres años robándoles la bebida de las fiestas

En esta ocasión, los ladrones llegaron a servirse un café antes de marcharse del bar en el que entraron a robar

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En La Iglesuela del Cid (Teruel), las bebidas de las fiestas le salen al ayuntamiento por un pico por culpa de los ladrones. Y es que aún no han descorchado la primera botella que ya le han desaparecido todas. Llevan tres años conscutivo viendo, con rabia, cómo los ladornes se les llevan todas las bebidas que compran para tenerlas listas de cara a las fiestas.

Les ocurrió en septiembre de 2013. Les volvió a suceder en septiembre de 2014. Y, pese a la precaución que pusieron este año, les ha vuelto a ocurrir ahora.

El alcalde de La Iglesuela del Cid, Fernando Safont, ha contado al periódico local La Comarca de Alcañiz que, visto lo visto, este año decidieron no llevar la bebida al pueblo hasta última hora, para que los ladrones no tuvieran tiempo para actuar.

Pero actuaron. «Antes adquiríamos la bebida una semana y la dejábamos almacenada, pero ante lo ocurrido en los ultimos años, esta vez decidimos pedirla a última hora», ha contado el alcalde. Pero ni por esas.

El cargamento con las bebidas, por el que el ayuntamiento pagó casi 3.000 euros, llegó al pueblo el lunes. Para mantenerlo vigilado, varios lugareños se encargaron de permanecer hasta entrada la noche en el Centro Social del pueblo, en el que se almacenaron las bebidas. El teniente de alcalde se pasó a las cinco de la madrugada para comprobar que estaba todo en orden y, aparentemente, no vio nada raro. Pero, ya de día, vieron con estupor que los ladrones se habían llevado todas las bebidas.

No escatimaron detalle en el robo: abrieron un boquete en el tejado para entrar al almacén e improvisaron una suerte de escala con la que ir sacando las bebidas por la cubierta del local y, de esa forma, evitar tener que estar entrando y saliendo por la puerta, a pie de calle.

No con esas, los ladrones se pasaron también por el bar de las piscinas municipales para robar lo que pudieran. De allí se llevaron más bebida y, encima, se sirvieron un café para tomárselo antes de emprender la huida del pueblo.

Al pequeño pueblo de La Iglesuela del Cid, el robo de las bebidas de las fiestas le supone un revés económico nada despreciable. Como en los otros dos años anteriores, ahora se han tenido que apresurar a adquirir otro cargamento de bebidas. Otros casi 3.000 euros.

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