Los vecinos desalojados en Cadrete por la crecida del Huerva ya han podido volver a sus casas

Los alrededor de 200 vecinos de Cadrete (Zaragoza) que fueron desalojados en la tarde del miércoles por la crecida del río Huerva, afluente del Ebro, pudieron volver a sus casas esta pasada noche. El Ayuntamiento, de acuerdo con Protección Civil, con las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y con la evolución que iba registrando el caudal del río, determinó que había pasado el riesgo de desbordamiento y de inundación. Los vecinos desalojados pudieron regresar así a sus viviendas y pasar la noche en sus casas.

Fueron desalojadas de forma preventiva las viviendas de una veintena de calles de la localidad, las más vulnerables ante un eventual desbordamiento del río Huerva.

A su paso por Cadrete, el caudal empezó a estabilizarse y a encarar el descenso.

La punta de la riada del Huerva ha llegado este lunes a la capital aragonesa, donde está desembocando en el Ebro con un caudal de 25 metros cúbicos por segundo.

También se desalojó una residencia de ancianos próxima al cauce del Huerva. Un total de 75 ancianos fueron evacuados de este geriátrico, situado en la pedanía de Santa Fe. Salvo cinco que han sido realojados en casas de familiares, el resto han sido trasladados a otras residencias de Jaca (Huesca) y de Cariñena (Zaragoza).

Por su parte, el nivel del Ebro sigue subiendo a su paso por Zaragoza, después de haber pasado la punta de la crecida por los pueblos ribereños situados aguas arriba, donde ha vuelto a inundar miles de hectáreas.

En la capital aragonesa se espera que la punta de la crecida del Ebro llegue este jueves con un caudal máximo de entre 1.300 y 1.500 metros cúbicos por segundo. A las 08:00 horas de este jueves ya había alcanzado los 1.250 metros cúbicos por segundo.

El Ebro, a esa hora, había superado los seis metros de altura en su tramo de entrada en Zaragoza, aunque el nivel es mucho menor –rozaba los 4 metros a las 08:00 horas– en su travesía urbana, gracias a las áreas de inundación con que cuenta el río aguas arriba.

Esta es la quinta riada que viven los municipios ribereños del Ebro desde finales de enero. La más graves se produjo entre finales de febrero y los primeros días de marzo, dejando daños estimados en unos 200 millones de euros a su paso por La Rioja, Álava, Navarra y Aragón.