Imagen de archivo de Císcar junto al conseller Santamaría
Imagen de archivo de Císcar junto al conseller Santamaría - JUAN CARLOS SOLER
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Císcar negocia con Ciudadanos y UPyD para conservar Alicante

El PSPV tantea a la extrema izquierda y el nacionalismo catalán para gobernar

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El PP se quedaría a un escaño de gobernar en el Ayuntamiento de Alicante si cuenta con la ayuda de Ciudadanos o, visto de otra forma, el PSPV podría hacerlo recurriendo a una gran alianza de izquierdas: un tripartido con Guanyem Alacant (alianza integrada por Esquerra Unida y Podemos) y Compromís. Así se desprende del último sondeo para uso interno realizado por la dirección nacional de los socialistas valencianos. La muestra fue encargada recientemente desde Blanquerías, ya con Asunción Sánchez Zaplana designada por los populares como candidata a la alcaldía.

El estudio pronostica un pleno más dividido que nunca, ante el que se han puesto ya en guardia las respectivas direcciones provinciales de los partidos mayoritarios, que han activado sus mecanismos negociadores.

El muestreo refleja a un PP que pasaría de tener 18 concejales -la mayoría absoluta está en 15- a tan solo 10. Un escenario en el que, incluso pactando con Ciudadanos (al que se le atribuyen cuatro concejales) y ante la pronosticada desaparición del pleno de UPyD, todavía le faltaría uno para poder retener la alcaldía.

El presidente de los populares en la provincia, José Císcar, ha tomado la iniciativa en el diseño de un acuerdo tanto con la formación naranja como con la magenta, en previsión de que esta última pueda finalmente aportar algún concejal que rompa el equilibrio previsto por los sondeos. Císcar pretende ir de «dos» en la lista de Sánchez Zaplana para aspirar a la Diputación.

Por su parte, el PSOE no lograría rentabilizar el desgaste al que se ha visto sometido en la última legislatura la formación hoy liderada por Miguel Valor en sustitución de Sonia Castedo. De acuerdo al sondeo, el grupo liderado por Gabriel Echávarri tan solo lograría incrementar en un concejal su representación actual. Sí que adquiriría mayor relevancia la representación de clara vocación izquierdista liderada por Miguel Ángel Pavón, actualmente concejal en la oposición por Esquerra Unida, y que integrará a Podemos, Los Verdes y a los nacionalistas catalanes de Esquerra Republicana. A los cinco sillones que les pronostica la encuesta habría que sumar el que supuestamente ganaría el grupo nacionalista Compromís. Ante esta tesitura, fuentes socialistas confirmaron que Gabriel Echávarri ya ha establecido contactos para liderar un gobierno de marcado carácter izquierdista.

En términos porcentuales, el PP pasaría de ser votado por un 52,1% de los ciudadanos a un 27,9%; el PSOE, incrementaría tan solo 0,3 puntos la confianza del electorado (un 25,4% de los votos frente a los 25,1% de 2011); Guanyem Alacant obtendría el 14,8% (EU consiguió el 7,6% en la anterior cita), mientras Compromís pasaría del 3,7% al 5,1%. Significativo por tanto es el auge de Ciudadanos, que sin apenas hacer ruido en la precampaña, obtendría en base al pronóstico un 12,3% de los votos. Sin embargo, es la abstención -que casi se duplica, del 6,5% al 11,3%-, uno de los terrenos donde los partidos podrían intentar pelear para inclinar la balanza.

Cambio de planes

De ceñirse a la verdadera intención de los votantes, los resultados dibujarían un escenario totalmente distinto al manejado por los dos partidos mayoritarios hasta hace unas semanas. Especialmente para el PP, que antes de la designación de Sánchez Zaplana confiaba en rozar de nuevo la mayoría, o contar con el apoyo de UPyD. Como ocurriera en 2007 con Luis Díaz Alperi, cada voto ganado en la calle y la capacidad de persuasión para lograr que los abstencionistas cambien de opinión serán claves.

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