Carnaval, carnaval

¿Se enfundaron en disfraz de tapado disimulo los candidables a la alcaldía de Alicante durante el pasado fin de semana?. Unos dicen que sí y que además no se lo han quitado aún. Nadie duda que, como siempre, apurar el calendario, sobre todo cuando el patio social está como el que vive España, cuantas menos pistas se den a los contrarios es la mejor opción. Indicios sobre la persona designada, hay tantos como derivadas a la hora de poner nombre a los posibles candidato del PP a la Generalitat Valenciana. Ahora más que nunca hay quien opina que los nombres vendrán como los donuts de antaño, que se vendían en packs de dos. Lo que sirve para terminar de hacer las quinielas tanto a nivel local y autonómico y al revés.

Como todo en la vida, y la política no está exenta, dependiendo de con quién se hable, el nombre empieza con una letra u otra, apostando así por perfiles diferentes. Aunque una cosa hay que reconocer a todas las personas que, con o sin interés, se han puesto o se las ha situado en las quinielas para la alcaldía. La de Alicante, por ser capital de provincia, no se mide como una plaza más. De ahí quizá que aún no se tenga clara la continuación de la frase más escuchada en los Oscar de Hollywood «And the winner is…». Esta es, de momento, una de las incógnitas que más quebraderos de cabeza siguen dando estos días a los matemáticos de la política. Saber el valor de la incógnita, adelantándose al momento en que se haga pública de forma oficial. ¿Antes de que el dedo de Dios señale a la persona encargada de echarse el peso del partido y cuente con el esperado apoyo de todo el aparato en la carrera a las elecciones locales del próximo 24 de mayo, habrá quien se atreva a dar un paso adelante y reconocer su entusiasmo por que sea su nombre el escogido?.