«No sé lo que ha pasado, es una votación secreta». Fue la única explicación que acertó a dar Alejandro Blanco, presidente de Madrid 2020. El máximo dirigente del Comité Olímpico Español (COE) acudió a lo que se había anunciado como una rueda de prensa, pero no accedió a ningún turno de preguntas. Le arroparon los deportistas que representaron a España en Buenos Aires, pero que apenas habían podido participar de otra manera para ayudar a la candidatura olímpica.
Blanco, con la voz quebrada y con lágrimas, se despidió tras felicitar a Tokio y dar un último impulso a su candidatura. «Que hoy los españoles estén en todas las plazas de España, y con 200.000 en Madrid quiere decir que podemos abordar cualquier proyecto», señaló, antes de dar paso a Ana Botella. La alcaldesa de Madrid justificó la inversión en la candidatura, pero tampoco hizo autocrítica o buscó alguna explicación a la derrota. «Tenemos que ser conscientes de que esta ciudad se ha podido presentar por esa renovación de los últimos años», dijo Botella después de tres candidaturas que han gastado 6.500 millones de euros. «Tenemos una ciudad con grandes fortalezas. Hemos sido capaces de ir todos detrás de una ilusión que era un sueño para todos», añadió Botella.