Tres hospitalizados por un incendio en León de Carranza

Luis y su hija Mari Carmen vivieron un desgraciado día de Navidad. El fuego se apoderó ayer de una de las habitaciones de su vivienda sobre las 11 de la mañana -según los afectados-, donde precisamente la pequeña de tres años se encontraba jugando sola, mientras la abuela estaba en la cocina. Sus llamadas de socorro terminaron por alertar a la mujer, al igual que a un buen número de vecinos del bloque -situado en el número 3 de la avenida León de Carranza-, que rápidamente acudieron en su ayuda para poder salvar sus vidas.

Finalmente, no hubo que lamentar daños personales de gravedad, excepto que, a la llegada de los efectivos del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz en el Parque de Jerez, a las 11.38 horas, tres personas habían abandonado el edificio por sí mismas en prevención de intoxicación por humo y fueron conducidas hasta el hospital donde recibieron tratamiento con oxígeno. A consecuencia del incendio, se vieron afectados una gran cantidad de enseres del inmueble.

El propio Luis recordaba ayer que fue alertado por uno de los vecinos porque «estaba trabajando fuera en la chatarra para sacar algo de dinero». Rápidamente subió hasta la tercera planta del inmueble y comprobó con alivio que su pequeña estaba bien. «Mi madre le ha salvado la vida», comentó suspirando.

Aunque fuentes oficiales aseguran que de momento se desconoce el origen del fuego, localizado en la 3ª planta del edificio, algunos de los afectados comentaron que pudo estar causado por un calentador de barras, al entrar en contacto con un cojín de un sofá cercano. Como resultado la habitación quedó totalmente calcinada, y otras tres dependencias del piso también se vieron afectadas en menor medida.

El servicio de Bomberos desplazó a siete efectivos del CBPC con un vehículo y una bomba penetración urbana. Aunque una primera información del 085 recogía la posibilidad de daños personales por inhalación, finalmente comprobaron a su llegada que no se había producido una evacuación. Posteriormente, los efectivos procedieron a las tareas de control y extinción del incendio. El fuego había afectado a numerosos enseres. Una vez extinguido, los agentes evacuaron el humo con la ayuda de un turboventilador y a inspeccionar la zona afectada, una labor que se prolongó durante más de tres horas. Durante las labores de extinción utilizaron cuatro mangueras de 25mm y 2.000 litros de agua.

Ayuda vecinal

La solidaridad vecinal fue determinante para que el incendio no llegara a mayores y también a la hora de evacuar enseres de la casa. Todos se pusieron manos a la obra, colaborando para poder salvar las cosas que no habían quedado salpicadas por el fuego. «Sólo tengo palabras de agradecimiento para los vecinos, que se han volcado para ayudarnos», resaltó Luis mientras tiraba los muebles calcinados por la ventana de la habitación afectada.

Hay que reseñar que, como medida preventiva, todos los habitantes del edificio tuvieron que abandonar sus viviendas momentáneamente, mientras actuaban los bomberos que estuvieron acompañados por efectivos policiales.