Una de las familias sirias acogidas por el Papa, planeaba viajar a Francia en vez de a Grecia

El padre de esta familia de refugiados quería emigrar a Francia, porque allí habían llegado ya algunos amigos suyos. Pero su mujer prefería Grecia. Y si no hubiera sido por esa decisión, no habrían subido al avión del Papa. La suerte les hizo volar desde el infierno de Lesbos  hasta casi las puertas del cielo. Ahora son una de las seis familias de refugiados musulmanes que viven en Roma. Nour explica que se quedaron en estado de shock, porque el mismo día de la visita del Papa fue cuando les preguntaron si querían viajar al Vaticano. Su marido no puede evitar reírse, porque la primera vez que subían a un avión en su vida, sería con el Pontífice. Ahora, dan clases de italiano.Y mientras intentan reconstruir su vida, solo pueden decir 'gracias': por haber sido elegidos ellos, de entre los 12.000 que esperan en la frontera.