Putin anuncia la colaboración con China para ayudarle a desplegar un escudo antimisiles

En la actualidad, tal dispositivo lo poseen solamente Rusia y Estados Unidos

El presidente Putin con su homólgo chino, Xi Jinping, durante una visita de este al Kremlin el pasado mes de junio AFP

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El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov , corroboró este viernes que entre Moscú y Pekín se da una «relación especial». El jueves, el presidente ruso, Vladímir Putin , anunció que su país están ayudando a China a desplegar un sistema de defensa de alerta temprana para localizar eventuales lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales y poder así interceptarlos.

En la actualidad, tal dispositivo lo poseen solamente Rusia y Estados Unidos. Peskov, no obstante, declinó precisar en qué fechas concretas está previsto que éste sistema defensivo entre en servicio en China.

«Rusia está ayudando a China a crear un sistema de alerta temprana de posibles ataques con misiles» (SPRN en sus siglas en ruso), declaró Putin el jueves en Sochi durante la sesión plenaria del ya tradicional foro Valdái, el llamado Club Internacional de Discusión Política. Según sus palabras, «esto es algo muy serio, ya que de forma cardinal elevará el potencial defensivo de China al dotarse de un sistema que sólo tienen EEUU y Rusia». Subrayó también que «seguiremos colaborando con nuestros socios chinos, no sólo en el terreno militar, sino también en el aeroespacial ».

Contra Washington

Aunque es evidente que la decisión de compartir con China las tecnologías SPRN (Sistema de Alerta de Ataque con Misiles) es un paso dirigido fundamentalmente contra Washington, el presidente ruso aseguró que Moscú y Pekín «no actuamos juntos contra nadie, siempre trabajamos de manera positiva y en interés mutuo».

Rusia y China llevan años colaborando en el terreno militar, realizando incluso maniobras conjuntas de forma regular, pero la asistencia para dotar al gran país vecino del SPRN no tiene precedentes. Se trata de un sofisticado dispositivo creado en los años 70 por la Unión Soviética, en plena Guerra Fría, y cuya eficacia se ha demostrado hasta hoy día. Consta de soportes, los terrestres, como estaciones de radar, y los espaciales, satélites en órbita geoestacionaria.

Los sensores de los radares y los satélites están diseñados para detectar cualquier lanzamiento de misiles, calcular su trayectoria y determinar la posible localización del eventual impacto nuclear. Todo ello independientemente de que los cohetes atacantes lleven o no carga atómica.

Se da además la circunstancia de que, a raíz del reciente enterramiento del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF en su siglas en inglés), Rusia ha actualizado su sistema de alerta temprana debido a que su relevancia en la actual situación se ha incrementado de forma exponencial.

Pero la comunidad de expertos rusos se halla dividida en cuanto a si Rusia debe compartir con China tecnologías y secretos militares tan importantes. Muchos creen que, en el actual contexto de acercamiento entre ambos países, tal contribución de Moscú será positiva para el equilibrio geoestratégico global.

En declaraciones al rotativo ruso «Vzgliad», el presidente de la Academia de Problemas Geopolíticos Konstantín Sivkov cree que, gracias a la ayuda de Rusia, «Estados Unidos perderá la oportunidad de lanzar un ataque nuclear repentino contra China ». Sin embargo, Sivkov estima también que Rusia no se beneficiará en nada defendiendo a su vecino. Según opinión pasará todo lo contrario. «Ahora China depende de nosotros en la cuestión de la defensa antimisiles y, por tanto, se muestra amistosa hacia Rusia. Pero cuando disponga de todas esas tecnologías y cree otras similares dejará de necesitar nuestra ayuda», estima el especialista ruso.

Putin y su homólogo chino, Xi Jinping, se han reunido ya una treintena de veces entre el año pasado y el actual en visitas recíprocas o eventos internacionales. El pasado mes de junio, durante su última visita a Moscú, Xi dijo que Putin es su «mejor amigo».

En el desfile militar de esta semana en la Plaza de Tiananmén, con motivo del 70 aniversario de la creación de la República Popular China, fue mostrado el nuevo misil balístico intercontinental DF-41, que tiene un alcance de entre 12.000 y 14.000 kilómetros y cuyo único objetivo no puede ser otro que EEUU. Puede ir cargado con entre seis y diez cabezas atómicas maniobrables, lo que dificulta su intercepción.

Esta semana, además, las Fuerzas Armadas chinas han dado a conocer el misil hipersónico DF-17 con gran capacidad de maniobra e igualmente complicado de repeler.

El mes pasado, tuvieron lugar en la región rusa de Oremburgo, junto a la frontera con Kazajstán, las maniobras militares «Tsentr-2019», en las que participaron fuerzas chinas. El año pasado, el Ejército chino fue también el principal protagonista en los ejercicios «Vostok-2018» llevados a cabo en Siberia oriental y el Extremo Oriente ruso.

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