El presidente de Argentina Mauricio Macri
El presidente de Argentina Mauricio Macri - AFP

Macri desata el escándalo al nombrar a dedo dos jueces de la Corte Suprema

«Eligió dos distinguidos juristas, intachables. Su decisión es legítima, legal, constitucional, necesaria y a petición de la Corte», ha asegurado Ernesto Sainz, uno de los nombres que suenan para liderar el Ministerio de Justicia

Madrid Actualizado: Guardar
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La luna de miel de Mauricio Macri duró menos de una semana. El presidente de Argentina, hiperactivo desde que llegó al Gobierno, provocó una avalancha de críticas al designar en «comisión» (temporal) y por decreto, a dos jueces de la Corte Suprema, equivalente, con matices, al Tribunal Constitucional. La medida, a juicio de la mayoría de los constitucionalistas, es legal aunque la discusión está abierta. En cualquier caso, resulta difícil de justificar en estos tiempos nuevos donde Macri, desde su discurso de investidura del pasado jueves, invocó a practicar «el arte del acuerdo».

La Unión Cívica Radical (UCR) aliado en la coalición Cambiemos con la que Macri ganó las elecciones, censuró la decisión política. El ex vicepresidente Julio Cobos y el ex candidato del partido, Ricardo Alfonsín, lo criticaron con dureza al igual que Ricardo Gil Lavedra, ex juez que juzgó a las Juntas Militares, al considerarla «grave y no sostenible».

En las filas de la UCR la excepción fue Ernesto Sainz, ex presidente del partido y el hombre que Macri tenía en mente como Ministro de Justicia, respaldó la decisión del presidente: «Eligió dos distinguidos juristas, intachables. Su decisión es legítima, legal, constitucional, necesaria y a pedido de la Corte». En rigor, lo que se le critica a Mauricio Macri no es la elección de los jueces Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, de reconocida trayectoria, si no el modo en que lo hizo al saltarse el filtro del Senado por un resquicio constitucional al estar el Parlamento en receso por vacaciones de verano.

El profesor y doctor en Derecho, Christian Alberto Cao, observa que «el nombramiento de jueces de la Corte Suprema en comisión importa una decisión formalmente habilitada por el texto constitucional» aunque, «poco utilizada en la historia política argentina». Dicho esto, considera que la misma deberá «ser ratificada» más adelante en el Senado.

Desconcertada, la oposición kirchnerista, expresó desagrado y aseguró que aunque son mayoría en las Cámaras, «nunca hubo ninguna señal de obstrucción» que justificara un decreto al que calificaron de «error político».

Aún más dura fue Margarita Stolbizer (GEN), ex candidata presidencial de una alianza progresista sentenció: «Es un retroceso institucional. Ni CFK (Cristina Fernández de Kirchner) se animó a tanto».

La Corte Suprema, tras la dimisión hace varios meses de Raúl Zaffaroni, magistrado identificado con el kirchnerismo y el viernes pasado de Carlos Fayt, un juez y jurista histórico, se había quedado con apenas tres miembros. La ex presidenta Cristina Fernández intentó infructuosamente cubrir la plaza de Zaffaroni pero no logró el acuerdo legislativo necesario. Macri aprovechó el receso por vacaciones de las Cámaras para recurrir al artículo 99 de la Constitución que le permite designar jueces en comisión. No obstante, apunta la abogada Marta y profesora Marta Nercellas, «los nombramientos, para que dejen de ser en comisión, deberán ser ratificados en el futuro de acuerdo al tramite legislativo ordinario».

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