El acusado, a su lllegada a la Audiencia de Almería
El acusado, a su lllegada a la Audiencia de Almería - LA VOZ

Juicio en Almería al capitán camerunés que arrojó por la borda a seis cristianos

Cuatro testigos acusaron a Alain N. B. de hacer a las víctimas responsables del temporal, antes del rescate por la Guardia Civil en diciembre de 2014

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Con los informes finales de la acusación y de la defensa, entra en su recta final el juicio en Almería al camerunés Alain N. B., acusado de haber arrojado por la cubierta de una patera a seis emigrantes ilegales en diciembre de 2014.

Según las acusaciones presentadas en su día por cuatro de los supervivientes de la travesía, el acusado -capitán de la embarcación repleta de ilegales- condenó a la muerte a los emigrantes por ser cristianos, y por considerar que por ello eran culpables del temporal que en aquel momento hacía temer un naufragio inminente.

La acusación, apoyada en los informes presentados en su día por la Policía Nacional de Algeciras, sostiene en su informe final que Alain N.

B. actuó por motivos de “odio religioso” al atacar a los emigrantes católicos. El testimonio grabado por los testigos coincide en que el capitán se dirigió primero a un “pastor”, que rezaba para que se calmase el temporal, y le exigió con un palo que se tirase al mar. Después localizó a otros cinco emigrantes también católicos y actuó, con ayuda de otros, de la misma manera.

Alain N. B. rechaza las acusaciones, y afirma que los emigrantes cayeron al mar por el fuerte oleaje que zarandeó la patera la noche del 4 al 5 de diciembre de 2014. Al día siguiente, la embarcación con los 23 supervivientes restantes fue rescatada por la Guardia Civil.

El suceso, que parece una versión modificada -y con final dramático- de la historia bíblica de Jonás y la ballena, se presenta ante el jurado popular con circunstancias favorables para el acusado. En primer lugar porque los cuatro testigos de la acusación están en paradero desconocido desde su puesta en libertad en enero de 2015. En segundo lugar, porque no han podido ser encontrados los cadáveres de los “sin papeles” asesinados. Además, el acusado afirma ahora que no es musulmán “sino cristiano” pese a los primeros informes de la Policía española.

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