De izquierda a derecha, Jean-Marc Ayrault, ministro francés de Exteriores; François Hollande y Ban Ki-moon, secretario general de la ONU
De izquierda a derecha, Jean-Marc Ayrault, ministro francés de Exteriores; François Hollande y Ban Ki-moon, secretario general de la ONU - Reuters

Hollande inaugura una conferencia de paz entre israelíes y palestinos... sin israelíes ni palestinos

El presidente francés impulsa una cita en la que está presente gran parte de la comunidad internacional pero no las partes enfrentadas en el histórico conflicto

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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François Hollande ha inaugurado una conferencia internacional destinada a «relanzar» alguna forma de «proceso de paz» en Oriente Medio, en presencia de representantes de toda la comunidad internacional, con la «única» ausencia de los principales protagonistas de la primera de las crisis, el pueblo palestino e Israel.

Consciente de que Israel rechaza el principio misma de una conferencia internacional y solo acepta el «diálogo bilateral», el presidente Hollande comenzó su discurso de apertura de la conferencia afirmando que el «inmovilismo» y el «status quo» crean un «vacío» que, su modo de ver, «atiza y alimenta los extremismos y el terrorismo».

Hollande recordó sin dificultad que las crisis paralelas de Siria e Irak son un pudridero ensangrentado donde solo pueden «florecer» nuevas formas de violencia criminal y terrorista: «Cuando el status quo se instala, crecen las violencias y aumentan los riesgos muy serios de que el terrorismo pueda encontrar un terreno propicio para su expansión.

Los únicos ganadores del status quo son los extremistas de todas las causas, aquellos que rechazan y rechazarán siempre la perspectiva de la paz».

En la conferencia inaugurada por el presidente Hollande está ampliamente representada toda la comunidad internacional: la ONU, EE.UU., la UE, Rusia, China, Indonesia, Canadá, la mitad de los miembros de la UE (a título «individual», como Alemania, el Reino Unido y España), la Liga Árabe, Arabia Saudita, Egipto, Turquía, entre otros países.

Visita previa a Israel

Como «prólogo» a la cumbre, Manuel Valls, primer ministro, y Jean-Marc Ayrault, ministro francés de Asuntos exteriores, visitaron oficialmente Israel, con el fin de «tantear» e intentar hacer pasar la tesis francesa de una nueva conferencia internacional. En vano. Israel rechaza el principio mismo de la conferencia y prefiere el diálogo «bilateral» entre Tel Aviv y alguna forma por definir de la «totalidad» del pueblo palestino.

El rechazo israelí de la conferencia de París recorta forzosamente la «ambición» del proyecto diplomático francés, cuyo principio cardinal, desde hace años, es la negociación de dos Estados, judío y palestino. La conferencia debe concluir con la formación de un «grupo de trabajo» destinado a negociar y proponer cuestiones concretas, que debieran discutirse «más tarde», tras la convocatoria de una nueva y eventual conferencia internacional de nuevo cuño, tras las elecciones presidenciales norteamericanas «si todo va bien».

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