Alta tensión entre Francia e Italia sobre inmigración tras la crisis del Aquarius
Las declaraciones en torno al asunto del 'Aquarius' que llegan desde Francia son sorprendentes y denuncian una grave falta de información sobre lo que está ocurriendo realmente», ha considerado Conte por boca de un comunicado de su oficina
Es alta la tensión entre el gobierno italiano y el francés. El ministro de asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional, Enzo Moavero Milanesi, ha convocado esta mañana al embajador francés en Roma, Christian Masset. Las palabras de Gabriel Attal, el portavoz del partido En Marche del presidente Emmanuel Macron, calificando ayer como «repugnante, cínica e irresponsable» la línea del gobierno italiano al decidir cerrar los puertos italianos a la nave Aquarius, ha motivado que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, esté valorando la posibilidad de anular, de acuerdo con Matteo Salvini, su previsto viaje a París. La réplica de Conte no se hizo esperar: «No aceptamos lecciones hipócritas» de un país que sobre la política migratoria «prefiere mirar hacia otro lado».
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A Roma llegan palabras conciliadoras desde París. En un comunicado, el ministerio de Exteriores francés habla de comprensión sobre la presión migratoria que está sufriendo Italia, al tiempo que confirma que se celebrará en París el próximo viernes el encuentro previsto entre el primer ministro italiano, Giuseppe Conte y el presidente Macron. Conte había hecho saber a París que habría anulado su viaje a la capital francesa si Macron no pedía excusas.
Más leña al fuego
El ministro del interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, ha echado más leña al fuego al clima de tensión entre París y Roma: «Los franceses se muestran como fenómenos, pero han rechazado más de 10.000 personas en las fronteras con Italia, entre ellas muchísimas mujeres y niños».
Salvini, que en esta mañana ha informado en el Senado sobre el caso Aquarius, se ha expresado con su habitual dureza al hablar del problema de inmigración: “Estoy harto de los muertos de Estado, de los niños que mueren en el mar porque alguien los ilusiona con que hay un futuro aquí”. El ministro Salvini ha atacado a Francia, solicitando que París pida excusas a Italia: «Los franceses deben excusarse; no tomo lecciones de humanidad. En cuanto a solidaridad, no nos pueden enseñar nada. Nuestra historia no merece que sea calificada en estos términos» («repugnante, cínica e irresponsable») , subrayó Salvini en el Senado.
Francia culpable aumento inestablidad
Además, Salvini ha culpado a Francia del incremento de los flujos migratorios: «Cuerdo también que, en el frente de Africa del Norte, pagamos todos la inestabilidad llevada a cabo por los propios franceses en Libia y al sur de Libia (una clara referencia al ataque lanzado por el entonces presidente Sarkozy para eliminar al líder libio Gadafi). Italia hoy ha vuelto a ser central y ha despertado a Europa; espero que todos los países den su contribución al objetivo común: La defensa de las fronteras externas, la defensa del Mediterráneo», concluyó Salvini.
Nuevos desembarcos en Catania
No se han aplacado aún las polémicas en torno a la odisea de la nave Aquarius, cuando una nueva nave con inmigrantes ha llegado a Italia. En el puerto de Catania (Sicilia) ha atracado el barco Diciotti, de la Guardia Costera, con 932 personas a bordo, la mayor parte de Eritrea, salvados durante siete operaciones de socorro, durante el pasado domingo, en el Mediterráneo central, frente a las costas libias. En la embarcación hay dos cadáveres recuperados en las operaciones de rescate. Cuatro mujeres embarazadas y un menor han sido transferidos en helicópteros a hospitales sicilianos de Agrigento y Palermo.
